Estados Unidos es la cuna de la compra por internet. Un 92% de los consumidores compra en línea y gastan de media unos 3.120,8 euros al año, según un estudio realizado el año pasado por la empresa Ubuy. La guerra comercial entre China y EEUU está poniendo en peligro estos hábitos de consumo, hasta el punto de que el Servicio Postal del país anunció este martes que suspendería temporalmente la llegada de paquetes internacionales procedentes de China y Hong Kong “hasta nuevo aviso”. Pero, este miércoles, emitió otro comunicado en el que anunció que reanudaba la entrada de paquetes procedentes de China y Hong Kong. Es decir, en menos de 24 horas suspendió el servicio por la escalada arancelaria entre los dos países y lo volvió a retomar.

Según rezaba un aviso muy breve publicado en la página web oficial del Servicio Postal, a partir del 4 de febrero suspenderán “temporalmente” la aceptación de paquetes internacionales procedentes del gigante asiático. Además, advertían que el flujo de cartas y sobres “se verá afectado”.

Captura del comunicado emitido por el Servicio Postal de EEUU.

“USPS y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) están trabajando estrechamente para implementar un mecanismo eficiente de cobro de los nuevos aranceles a China y garantizar la menor interrupción posible en la entrega de paquetes”, explicaron desde la entidad este miércoles.

Hasta ahora, empresas como Temu, Shein o AliExpress aprovechaban una laguna legal que permitía a los paquetes conocidos como ‘minimis’, es decir, que tuviesen un valor inferior a 800 dólares, pasar al país sin controles aduaneros e inspecciones. Una medida que se implantó durante el primer mandato de Donald Trump y que revocó tras pisar de nuevo la Casa Blanca en enero.

Estos sitios de comercio electrónico chinos consiguieron desarrollar su modelo de negocio en Estados Unidos gracias a esta exención arancelaria, lo que permitió que más de mil millones de paquetes lleguen con un precio asequible a los consumidores estadounidenses.

Pero ahora Trump ha revertido todo esto y, según explicaba el investigador de Cato Trade a la CNN, el hecho de que se inspeccionen todos los paquetes hará que el coste al consumidor “aumente drásticamente” y, al mismo tiempo, “ralentizará la recepción de los bienes que se compraron”.

El pasado martes, Trump añadió a la lista de aranceles que impuso durante su primer mandato a productos chinos otra tasa del 10%. Por otro lado, retrasó los aranceles del 25% a Canadá y México hasta el primero de marzo. Ante esto, Pekín respondió con otro arancel del 15% a cierto tipo de materiales, sobre todo procedentes de combustibles fósiles. Asimismo, al petróleo crudo estadounidense fijó un arancel del 10%. También a la maquinaria agrícola y a los automóviles de gran cilindrada.

La reversión de la disposición de los ‘mínimis’ es algo histórico, ya que es algo que existe desde la década de 1930. Eso sí, a lo largo de los años, la cantidad fue variando con el aumento del nivel de vida.

Esta exención lo que hacía era facilitar la compra a los consumidores para que no tuviesen que perder el tiempo rellenando el papeleo administrativo de los trámites aduaneros ni pagar las tasas por paquetes pequeños.

La administración Biden ya empezaba a tomar medidas contra lo que denominó “un abuso de mínimis”, argumentando que en solo 10 años, los envíos aumentaron de 140 millones a más de 1.000 millones. En el caso de la administración Trump, justifican que a través de este tipo de envíos pequeños se cuela el fentanilo en el país.

Más del 80% de los envíos totales del comercio electrónico de EE UU fueron a través de ‘mínimis’, según un informe del Congreso. El hecho de que ahora toda la paquetería que llegue del extranjero pase por el despacho aduanero, esto generará retrasos en los envíos, además de incrementar el precio de, al menos, un 10% a los consumidores que pidan desde China.

Fuente: Revista El Economista

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