El Gobierno de Francia, encabezado por el recientemente nombrado primer ministro, François Bayrou, empieza a intentar atraer a los grupos parlamentarios para sacar adelante los Presupuestos de 2025. En una entrevista ayer para la emisora de radio pública France Inter, el ministro de Economía galo, Eric Lombard, confirmó que el objetivo de ahorro con el que trabajan en las cuentas públicas de 2025 es de 50.000 millones de euros. Una ambición más modesta que 60.000 millones que planteó su antecesor, Michel Barnier.

Asimismo, tanto Lombard como la ministra de Cuentas Públicas, Amélie de Montchalin, confirmaron a los medios este lunes que el objetivo de este ahorro es reducir el déficit público del 6,1% del PIB de 2024, a una horquilla entre el 5% y el 5,5%del PIB en 2025, con el horizonte puesto en poder llegar al 3% que exige Bruselas en el año 2029.

Lo que plantea el inquilino de Bercy (así se conoce comúnmente al ministerio de Economía galo) es “un poco más de flexibilidad para preservar el crecimiento”. Un objetivo que se complica, ya que el Banco de Francia ha bajado su previsión de expansión de la economía para este año del 1,2% al 0,9%.

Estas declaraciones se produjeron ayer, en un momento en el que el Ejecutivo iniciaba conversaciones con los partidos. El propio ministro de Economía, Eric Lombard, se reunió este lunes con el Partido Socialista y el grupo de centro MoDem. Está previsto que a lo largo de esta semana continúe reuniéndose con los demás grupos para atender a sus demandas acerca del proyecto de las cuentas públicas de 2025 y poder llegar a un consenso.

Para poder encontrar ese ahorro de 50.000 millones, el ministro de Economía dijo que “se trata básicamente de ahorro”. Por un lado, descartó nuevos impuestos porque “ya hay una estructura adecuada”. Por otra parte, como François Bayrou ha decidido reanudar el examen del proyecto de presupuesto de su predecesor en lugar de empezar desde cero, el Parlamento no podrá añadir nuevas medidas fiscales al texto, sino simplemente perfeccionar o suprimir las que ya se debatieron a finales del pasado año.

Asimismo, el titular de Economía dijo estar “de acuerdo” con el impuesto mínimo del 20% a las rentas altas fortunas planteado por el Ejecutivo anterior.

También esperan mantener el recargo al impuesto de Scoiedades que había planteado Barnier que se acordó con la patronal (Medef) durante las vacaciones de Navidad. “Este acuerdo se mantiene, por lo que trabajaremos en un mecanismo que permitiría unos ingresos de alrededor de 8.000 millones de euros en 2025”, explicó el ministro.

Por último, está abierto al “impuesto único” sobre las rentas de capital, actualmente fijado en el 30%. “En los países desarrollados, el impuesto único está entre el 30% y el 35%. Tenemos algo de margen”, explicó.

Aún así, todas estas cuestiones, así como del debate sobre las pensiones, deberán ser debatidas con el resto de grupos políticos, ya que no existe una mayoría suficiente en la Asamblea Nacional que permita sacar adelante el proyecto.

Fuente: Revista El Economista

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