El denominado riesgo país de Argentina se desplomaba este martes a su valor más bajo desde mediados de abril y se acercaba así a su mejor nivel desde que el libertario Javier Milei llegó a la Presidencia en diciembre con su política ortodoxa para encauzar la golpeada economía.
El índice -que elabora el banco JP Morgan- se retraía 35 unidades a 1.169 puntos básicos hacia las 11:40 horas, cerca del mínimo de 1.143 puntos básicos del 22 de abril de este año. El indicador llegó a la zona de los 1.100 puntos en septiembre de 2020, cuando los títulos Globales y Bonares salieron a cotización en septiembre de 2020.
Además, los títulos públicos en dólares de Argentina subían este martes entre 1% y 2%, para alcanzar sus cotizaciones más altas tras el canje de deuda de 2020.
La mejora se enmarca en el distendido clima para los negocios financieros dado el esfuerzo del Gobierno por mantener el superávit fiscal y el descenso en los índices inflacionarios, agregaron.
“Es muy importante que el riesgo siga cayendo, no solo porque eventualmente se abarata el crédito para Argentina sino que se abre la chance para que nuevos fondos apuesten por los activos del país”, explicó un agente financiero del Banco Macro.
El analista Salvador Di Stefano ratificó que los bonos soberanos en dólares son una buena opción por el superávit fiscal y los fondos asegurados para pagar próximos vencimientos. ”Con estas noticias, el riesgo país podría bajar a los 1.100 puntos y, de confirmarse algún financiamiento adicional, tendremos riesgo país en los 1.000 puntos en un breve período”, agregó.
“Los bonos soberanos argentinos iniciaron la semana con un notable impulso alcista, destacándose por su solidez en un escenario global marcado por la incertidumbre. Este lunes, los bonos registraron subas entre el 1,2% y el 2,1%, con los títulos de mayor duración liderando el movimiento. En particular, el GD35 se consolidó como uno de los activos más atractivos, subiendo un 2,1%. Otro punto clave en el mercado fue la baja del dólar MEP, que cerró en torno a los $1.184, beneficiando a quienes optaron por el peso, con una apreciación cambiaria de más del 20% respecto al máximo de $1.428 alcanzado hace tres meses. Esto refleja una mejora significativa para aquellos inversores que aprovecharon las tasas en pesos, en un contexto donde Argentina se ha vuelto un país caro en dólares comparado con sus vecinos. El gobierno, sin embargo, parece estar optando por una política de reducción de impuestos como estrategia para mejorar la competitividad, en lugar de recurrir a una devaluación”, puntualizó Martín Mazza, director de MM Investments.
“En el plano internacional, los inversores están ajustando sus expectativas respecto a futuros recortes de tasas por parte de la Reserva Federal, debido a las crecientes tensiones en Medio Oriente y el sólido informe de empleo de septiembre”, añadió Mazza.
“Entre los factores locales que ayudan a impulsar la deuda se encuentra por un lado los buenos resultados que viene teniendo el BCRA en términos de compras de dólares en el MULC a pesar de la estacionalidad del segundo semestre”, aportaron los analistas del Grupo IEB (Invertir en Bolsa). “Por otra parte, debido a la extensión de la etapa 1 del blanqueo hasta final de octubre, continúa viéndose un flujo de dólares adicional que continúa impulsando las paridades de la deuda”, añadieron.
“Entre la deuda soberana nos gusta particularmente el GD41 que dada la relativa baja paridad con que opera, resulta defensivo frente a escenarios adversos en que la deuda podría ser reestructurada. Sumado al hecho de que es un bono old indenture lo que le otorga mayor robustez legal. Mientras que en caso de normalizarse la curva presenta un upside superior al tramo corto de los Globales”, evaluaron los expertos del Grupo IEB.
Un reporte de Schroders hace foco en el cambio que se está produciendo en el escenario financiero global, con el sendero de recorte de tasas de la Reserva Federal de los EEUU, que está beneficiando posturas más agresivas para los fondos de inversión que incorporan a sus carteras bonos soberanos emergentes. “La Reserva Federal recortó 50 puntos base en septiembre, sorprendiendo a los economistas que esperaban una reducción más moderada, y algunos consideran que este ritmo es demasiado agresivo. Aunque el presidente (Jerome) Powell lo enmarcó como una ‘recalibración’ para acercarse a la tasa neutral, existe incertidumbre sobre dónde se sitúa esa neutralidad. Si la economía estadounidense es más resiliente de lo esperado, las tasas podrían volverse demasiado laxas y reactivar la inflación. Se espera que la Fed reduzca 25 puntos base en noviembre y diciembre, pero algunos advierten que un ajuste más mesurado es necesario”, argumentaron.
Fuente: INFOBAE