La peor sequía en siete décadas afecta la cuenca amazónica, provocando falta de agua, incendios forestales y la devastación de flora, fauna y comunidades indígenas, según el Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales de Brasil (Cemaden). La crisis ambiental, atribuida al cambio climático y al aumento de temperaturas, afecta a varios países de la región, incluyendo Ecuador, Colombia, Perú, Brasil, y Venezuela.

El delfín rosado del Amazonas enfrenta un riesgo crítico de extinción. En 2023, 330 ejemplares murieron debido al descenso de los caudales y al aumento de las temperaturas. El informe “Planeta Vivo 2024”, elaborado por WWF y la Sociedad Zoológica de Londres, revela una disminución del 95% de las poblaciones de fauna en América del Sur entre 1970 y 2024, afectando especies como jaguares, tortugas carey y osos de anteojos.

Comunidades indígenas al borde del colapso

El informe de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña (COIAB) señala que 2024 ha superado todas las marcas históricas de sequía, con un aumento del 620% en las áreas afectadas. 42 comunidades indígenas, como los Yanomami y Munduruku, enfrentan dificultades severas en la producción agrícola y el acceso al agua.

La sequía ha intensificado los incendios forestales en toda la cuenca amazónica, con un aumento del 80% respecto a 2023. Más de 2,4 millones de focos de calor fueron detectados por la NASA en 13 países de la región. En Ecuador, la Secretaría de Gestión de Riesgos (SNGR) reportó 4.120 incendios en 22 provincias, afectando 46.612 hectáreas de bosques

El caudal del río Amazonas ha disminuido significativamente, interrumpiendo el transporte fluvial y el acceso a recursos esenciales. En ciudades como Puerto Velho, en Brasil, el nivel del agua cayó a 48 cm, afectando la navegación y la economía local. En Perú, el río en Iquitos bajó 2,5 metros, provocando el colapso del comercio fluvial

Expertos como Jorge Rivas, de WWF Ecuador, advierten que la región amazónica podría alcanzar un punto de no retorno para 2050, con el riesgo de convertirse en una sabana si no se toman medidas urgentes. La expansión de la agricultura y la ganadería ha sustituido bosques primarios por pastizales, especialmente en Brasil.

Soluciones sostenibles para frenar la crisis

WWF propone cuatro estrategias clave para mitigar los efectos del cambio climático y conservar el ecosistema amazónico:

  1. Ampliar áreas protegidas: Elevar al 30% la protección de tierra y océanos para 2030.
  2. Producción sostenible: Fomentar prácticas agrícolas responsables y reducir el desperdicio de alimentos.
  3. Cambio en los sistemas energéticos: Promover energías renovables y reducir el consumo de combustibles fósiles.
  4. Fortalecer alianzas con comunidades indígenas: Integrar sus conocimientos ancestrales en las políticas ambientales.

Fuente: ecuadorenvivo.com

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