Maribel Guardia ha compartido que el fallecimiento de su hijo Julián Figueroa ha dejado un vacío profundo en su vida, pero también ha encontrado consuelo en los recuerdos y tradiciones que él disfrutaba. Al establecer un Altar de Muertos en su honor, junto con su nieto José Julián, la actriz busca mantener vivo el recuerdo del cantante y celebrar su vida.
Este altar se convierte en un espacio significativo donde su familia puede compartir anécdotas y reflexionar sobre el legado de su hijo: “(José Julián) tiene tan fresco a su padre, tan en su corazón. Me cuenta historias de Julián, que me sorprende todo lo que Julián compartió con él. Es una tradición que siempre voy a tener. Le rindo tributo y honor a la vida de mi hijo porque para él era una tradición importante también y nos quedó muy bello”.
“Ya lo terminamos, once horas tardamos haciendo el altar, ya bebé estaba cansado. Luego llegó con unas calaveritas y me dijo ‘Mimi quiero poner esto’. Le digo ‘bebé ya tenemos de todo ahí’, pero él quiere seguir poniendo. Le vamos a poner comida, pero nos quedó hermoso. Va a ser una tradición que voy a tener, primero porque quiero recordarle siempre al niño a su papá y lo que fue su padre para él”, añadió frente a los medios.
La conexión diaria entre Maribel y su nieto permite que ambos se apoyen mutuamente en el proceso de duelo. A través de sus conversaciones, el pequeño José Julián ha revelado aspectos de su padre que quizás no habían sido explorados antes, lo que también ayuda a mantener viva la memoria de Julián. Sin duda, esta iniciativa de conmemorar a su hijo de maneras tan cariñosas y significativas muestra el amor que Maribel y su familia tienen por él.
“No importa si se acuerdan de mí o no. Lo importante es esta vida es actuar de buena fe, hacer las cosas con amor porque, al final, es lo que tú te llevas; lo que diste, no lo que tenías, lo que le diste a los demás es lo que te llevas, es como te gradúas como ser humano”, siendo así como dijo que no teme a fallecer.
Fuente: eldiariony.com