China quería calmar al mercado y así lo hizo. Las recientes medidas de estímulo de la economía anunciadas por el Politburó han hecho que Goldman Sachs revisase este martes al alza en dos décimas sus proyecciones de crecimiento para este año y el próximo. Prevén que el PIB se expanda un 4,9% -cerca del objetivo del 5% del Gobierno-, frente a su anterior pronóstico del 13 de octubre del 4,7%. Para 2025, elevaron del 4,3% al 4,7% la expansión de la economía del gigante asiático.

El pasado sábado, 12 de octubre, el ministerio de Finanzas anunció que utilizarían 2,3 billones de yuanes (unos 300.000 millones de euros) de fondos de bonos especiales de gobiernos locales en el cuatro trimestre. Además, también planean emitir “bonos gubernamentales especiales” para mejorar “la resistencia al riesgo y las capacidades de préstamo” de los bancos estatales, con el objetivo “de servir mejor al desarrollo de la economía real”.

Desde Goldman Sachs creen que estas medidas de estímulo “indican claramente que los responsables políticos han dado un giro en la gestión política cíclica y han aumentado su enfoque en la economía”. Además, añaden que “con los datos nacionales y los acontecimientos políticos, así como las próximas elecciones estadounidenses, es posible que se produzcan sorpresas adicionales que justifiquen nuevos ajustes (en cualquier dirección) a nuestras previsiones en las próximas semanas”.

En este sentido, Goldman prevé que las autoridades chinas “probablemente” aprobarán otra ampliación del plan de deuda de los gobiernos locales a 5 billones de yuanes (unos 645.000 euros) en la próxima reunión que haga el Comité Permanente del Congreso Nacional del Pueblo.

Con respecto al descubierto de las cuentas públicas de los ayuntamientos, el Consejo de Estado ya presentó un informe en el que insta a los gobiernos locales a aplicar una disciplina fiscal estricta, fortalecer las restricciones presupuestarias y prohibir de manera estricta la inversión en proyectos mediante deuda ilegal contraída por empresas e instituciones estatales.

A inicios de verano ya se vieron los primeros resultados de estas políticas de “austeridad”. La famosa deuda oculta total se estimaba en 32,2 billones de yuanes (unos 4 billones de euros), frente a los casi 70 billones de yuanes que registraban a inicios de año.

Esta corrección no es suficiente, ya que la montaña de deuda de los ayuntamientos es enorme. Por lo que el estímulo es más que necesario para atajar el problema.

Los economistas de Goldman también dijeron que la medida de China de aprobar previamente 200.000 millones de yuanes (26.000 millones de euros) de los proyectos del próximo año para finales de este mes podría ayudar a respaldar el crecimiento.

Sin embargo, los expertos de la entidad dicen que su visión sobre el crecimiento de China no ha cambiado. Hablan de varios problemas estructurales tales como el deterioro demográfico, la tendencia de desapalancamiento de la deuda de varios años y el impulso para reducir la cadena de suministro global. “Es poco probable que la última ronda de flexibilización revierta estos desafíos”.

Mercado inmobiliario

A pesar de que hay cierta mejoría en cuanto a la ventas de vivienda. Con una caída menos pronunciada en la Semana Dorada del 50% al 27%, China se enfrenta al enorme reto de reflotar un denostado sector inmobiliario que está generando una enorme crisis que lastra el crecimiento.

El viceministro de Finanzas, Lao Min, aseguró en la rueda de prensa del sábado que estos bonos especiales que emitirán es para que los gobiernos locales compren terrenos para fines urbanísticos. Con esto esperan dar un impulso al maltrecho mercado inmobiliario. “Ayudará a reducir la presión de los gobiernos locales y de empresas inmobiliarias en cuanto a deuda y liquidez”, dijo el dirigente.

Esto se suma al paquete de estímulo que activaron a mediados de este año de 300.000 millones de yuanes en préstamos (unos 40.000 millones de euros) para que los ayuntamientos comprasen viviendas vacías y las reconviertan en viviendas de carácter social y asequible. Una medida que ya están empezando a adoptar las ciudades de primer nivel como Pekín, Shanghai y Shenzhen.

Aún así, varios expertos miran con recelo a este paquete de estímulos, ya que hubo una “notable ausencia” de ayudas al consumo, así lo calificó Julian Evans-Pritchard, director de la sección de economía china en Capital Economics. Y esto es importante porque uno de los problemas estructurales que está atravesando China, y que lastra su crecimiento, es la cautela de sus consumidores ante la incertidumbre política, lo que está dejando la demanda interna por los suelos y la inflación bastante estancada.

Es cierto que estas medidas de estímulo económico han calmado las aguas y, tal y como sucedió con Goldman, las revisiones de crecimiento son al alza por parte de muchos analistas. El anuncio del recorte de tipos de interés para la compra, así como los estímulos para facilitar la adquisición de la primera vivienda son recibidas con los brazos abiertos pro el mercado, aunque los expertos consideran que todavía se necesita algo más que eso.

Fuente: Revista El Economista 

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