Para los niños genéticamente predispuestos a desarrollar esclerosis múltiple (EM), la exposición al humo del cigarrillo en el hogar familiar podría aumentar ese riesgo aún más, muestra una investigación reciente.

“Un mayor riesgo genético de EM se asocia con una mayor vulnerabilidad a los efectos negativos del tabaquismo doméstico en el desarrollo del cerebro”, concluye un equipo holandés dirigido por el Dr. Rinze Frederik Neuteboom, del Centro Médico Erasmus de Róterdam.

La esclerosis múltiple se produce cuando el sistema inmunológico del cuerpo se descontrola, atacando la vaina de mielina que protege los nervios. Con el tiempo, esto puede provocar una pérdida debilitante del movimiento, el equilibrio, las capacidades cognitivas y otros síntomas.

En el nuevo estudio, Neuteboom y sus colaboradores observaron datos de una gran base de datos que rastreaba la salud de los niños holandeses. Entre otros factores, se recopilaron datos sobre los factores de riesgo ambientales conocidos para la EM, como la infección por el virus de Epstein Barr, los niveles sanguíneos de vitamina D, el tabaquismo de los padres, el peso infantil y los niveles de actividad al aire libre a la edad de 5 años.

La esclerosis múltiple se produce cuando el sistema inmunitario del cuerpo se altera y ataca la capa de mielina que protege los nervios (Imagen ilustrativa Infobae)La esclerosis múltiple se produce cuando el sistema inmunitario del cuerpo se altera y ataca la capa de mielina que protege los nervios (Imagen ilustrativa Infobae)

También se tomaron escáneres de los cerebros de más de 5.000 de los niños de entre 9 y 13 años, observando el volumen cerebral y las “microestructuras” del cerebro. La investigación mostró que 642 niños dieron positivo para la infección por el virus de Epstein Barr y 405 habían estado expuestos al tabaquismo de los padres en el hogar.

El hallazgo principal: hubo una relación entre la predisposición genética de un niño a la EM, su exposición al tabaquismo de los padres y los cambios cerebrales observados en las exploraciones. Específicamente, los niños cuyos genes ya los ponían en un alto riesgo de desarrollar EM más adelante en la vida, y que también estaban expuestos al humo de segunda mano en casa, tendían a tener volúmenes cerebrales más bajos y un volumen más bajo de “materia”. Gris” en sus cerebros, reportó el equipo de Neuteboom.

Persona fumando en lugar público causando molestia a quienes se encuentran a su alrededor - (Imagen Ilustrativa Infobae).Persona fumando en lugar público causando molestia a quienes se encuentran a su alrededor – (Imagen Ilustrativa Infobae).

Se desconoce la ruta exacta por la cual los genes y las exposiciones al humo se combinan para aumentar los riesgos cerebrales, apuntaron los investigadores. Sin embargo, teorizan que los genes de un niño pueden hacer que su sistema inmunológico sea particularmente vulnerable al virus de Epstein-Barr, que en los últimos años se ha sugerido como un posible desencadenante de la EM.

“El aumento de la vulnerabilidad del cerebro a los efectos del tabaquismo de los padres podría aumentar la exposición de los antígenos [del sistema nervioso central] al sistema inmunológico en desarrollo, lo que aumenta el riesgo de una enfermedad autoinmune específica del cerebro”, como la EM, escribieron los autores del estudio.

Los hallazgos dan a los padres otra razón para considerar dejar de fumar, al menos cerca de sus hijos, como un medio para prevenir enfermedades como la EM, escribieron Neuteboom y sus colaboradores. Publicaron sus hallazgos en la edición del 10 de diciembre de la revista Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry.

Fuente: INFOBAE

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