Los expertos, empresarios y directivos españoles muestran su apoyo al diagnóstico del Informe Draghi y piden flexibilizar las reglas de la competencia para crear gigantes europeos, y que la Unión Europea pueda competir con las principales economías mundiales. Ésta es una de las principales conclusiones del Consenso Económico y Empresarial, correspondiente al cuarto trimestre de 2024, que elabora PwC desde 1999.

El 89% de los expertos aseguran estar de acuerdo con el diagnóstico y las recomendaciones porque “es lo que le hace falta a Europa”. En este sentido, el 48% piensa que se llevará a cabo “porque es lo que le hace falta a Europa”, mientras que un 31% no es tan optimista porque “los Estados no lo pondrán en marcha porque supone admitir una pérdida de soberanía”. A su vez, el 21% cree que la “fragmentación y la polarización política del Parlamento de Bruselas impedirán que las propuestas se lleven a cabo”.

Entre las medidas que ha contado con un mayor apoyo para empezar a crear un mercado único, y que la Unión Europea pueda competir con Estados Unidos y China, con el 82% a favor, es la de relajar las normas de la competencia que, a juicio de los encuestados, “han frenado mucho la industria europea”. En este sentido, el 58% de los encuestados, y respaldados por Draghi, va más allá y se muestran partidarios, en el caso concreto del sector de automoción, de imponer aranceles a los vehículos eléctricos chinos ya que el gigante asiático está atacando la libre competencia. No obstante, un 35% recela de esta medida, ya aprobada, porque considera que “va a generar una guerra comercial con malas consecuencias para todos”. También un 3%considera que será una medida nociva “porque perjudicará a los productores europeos afincados en China”, destaca el informe elaborado por PwC.

Excesiva regulación

En general, el 70% de los expertos, directivos y empresarios coinciden en que la excesiva regulación es la causa principal de que la UE sea poco operativa, mientras que un 18% piensan que es el factor que promueve “la mala imagen que tiene la UE entre la ciudadanía”.

El Informe Draghi propone un abanico de recetas que se pueden implantar en Europa para impulsar la economía. Los encuestados han elegido como las dos medidas más prioritarias acelerar la innovación y fomentar la inversión. En un segundo plano han quedado otras medidas como la revitalización de la competencia, reducción del gap de habilidades y capacidades (diferencia entre las habilidades que poseen los empleados y las que necesita la empresa) y, por último, reforzar la gobernanza de la UE.

Los encuestados se muestran divididos cuando se les pregunta si ven factible la inversión público-privada de entre 750.000 y 800.00 millones de euros que plantea el informe: un 46% responde afirmativamente y lo ve factible si se realizan emisiones de deuda conjuntas y movilizaciones de capital privado, mientras que el 52% considera lo contrario, en parte, porque opina que las empresas no están en condiciones de invertir esas cantidades de dinero. En este sentido, casi el 60% advierten del riesgo de que estas inversiones acaben incrementando la deuda de la UE.

Finalmente, otra de las medidas propuestas y que apoyan la mayoría de los encuestados, es la de reformar el programa marco de la UE en materia de I+D+I para destinar más recursos a la innovación disruptiva y reducir la burocracia (98%), así como la creación de una Plataforma de Materias Primas Críticas, que funcione centralizadamente (69%).

Desaceleración

Los expertos, empresarios y directivos que conforman el panel del Consenso Económico y Empresarial de PwC reconocen el buen momento por el que atraviesa la economía española, siendo el 72% los que la califican como excelente o buena. Pero el optimismo y buenas opiniones sobre la marcha de la economía española ha dejado de ser cuestión de sentimientos, ya que la Comisión Europea, el FMI y la Autoridad Fiscal Independiente corroboran las buenas cifras macroeconómicas de España, si bien recuerdan que se debe mejorar el déficit y la deuda pública precisamente ahora, aprovechando el entorno favorable.

Esto se debe a que a un año vista, las opiniones (60,5%) apuntan a una desaceleración de la actividad pero entendida esta con una fase natural del ciclo económico y no necesariamente con una situación negativa. La media de las estimaciones de los expertos sitúan el crecimiento de la economía española en el 3,4% en 2024 y en el 2,1%, para 2025.

Por ello, cuando se pregunta por el futuro y cómo estaremos dentro de un año, solo un 11% estima que mejor que ahora y un 56% indica que “peor”, frente a un 29% que opinaba de manera negativa en junio de 2024. Mientras, para el 33% de los expertos “seguirá igual”.

Si se van aterrizando los datos macroeconómicos, vemos que un 93% creen que la situación de las familias es regular o buena y para los próximos seis meses se espera que el consumo de las familias permanezca estable (el 65%), y un 25% que se incremente.

Respecto a la demanda de vivienda, suben del 28% al 38% los que esperan que aumenten mientras que el 49% cree que seguirá estable y el 13% que disminuirá.

Otras dos variables relevantes son las perspectivas de las exportaciones y de la competitividad. En ambas, la creencia es que la situación, dentro de un año, seguirá igual que hasta ahora. Apenas existen variaciones comparadas con las respuestas de Consensos anteriores, aunque existe un ligero crecimiento (del 15% al 23%) de los que piensan que las perspectivas del mercado exterior pueden empeorar.

Con respecto a la evolución de los tipos de interés, la llegada de Donald Trump a Washington y el anuncio de medidas inflacionistas, como la deportación masiva de inmigrantes o la imposición de aranceles, puede cambiar los planes de la Reserva Federal, que ha anunciado posibles descensos de los tipos. Por ello, la mayoría de los encuestados esperan una caída del 3,75% actual hasta niveles de entre el 3% y el 2,75% en junio de 2025, y entre el 2,5% y el 2,2%, en diciembre del año que viene. Con todo, los expertos también apuestan por una ligera caída de la inflación, que con vista al próximo año, en junio de 2025 la sitúan en el 2% y para diciembre de ese mismo año en el 2,1%.

Fuente: Revista El Economista

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