La realidad es tozuda, y poco a poco va convenciendo a los mercados, y también a la propia Reserva Federal, de que los tipos no van a poder bajarse al ritmo al que se esperaba este año, con las consecuencias que eso puede tener para los inversores. El último dato de empleo es buena prueba de ello: la publicación de una situación más fuerte de lo esperado en el empleo estadounidense ha terminado por convencer a los mercados de que la Fed sólo podrá bajar los tipos una vez en 2025, con un calibre de 25 puntos básicos, y que, si hay más bajadas de tipos, tendrá que cambiar algo en la situación de la primera economía del mundo.
En los primeros días de enero ya estaba claro que los inversores tenían serias dudas sobre el proceso de bajadas de tipos de la Reserva Federal. Los mercados de derivados sobre tipos de interés han descontado entre dos y una bajada de tipos en 2025, pero se inclinaban con claridad por el doble recorte. Este, de hecho, es el escenario que a día de hoy mantiene la Fed como su guía oficial, tal y como publicó en la última reunión del año pasado al publicar su famoso gráfico dot plot.
Sin embargo, con el dato de empleo que se ha publicado este viernes, confirmando la fortaleza del empleo en la primera economía del plantea, algo ha cambiado en las perspectivas de los inversores, y rápidamente han reajustado sus expectativas de ver recortes de tipos, dejando en una sola bajada el movimiento esperado para la Fed este año. Ahora los mercados descuentan un recorte de tipos en mayo o junio, y estabilidad en el resto de reuniones que mantendrá la Reserva Federal durante todo el año.
La Fed, enfocada en el empleo
El último dato de empleo publicado en Estados Unidos es de especial relevancia para la Fed, por el enfoque que ha asumido el banco central para determinar su política monetaria. El mandato del organismo que preside Jerome Powell es doble: estabilidad de precios y alcanzar el pleno empleo, y en verano de 2024 el presidente de la Fed reconoció que el enfoque del banco central había girado, dejando de lado la lucha contra la inflación, para centrarse en tratar de mantener la buena salud del empleo.
La inflación daba señales de converger hacia el objetivo del 2%, pero había ciertos indicadores, en aquel momento, que les hacían estar más preocupados por el empleo que por la estabilidad de precios. Con esto en mente, Powell destacó que el banco central estaría especialmente centrado en los datos de empleo. De ahí que los datos que han confirmado la fortaleza de la economía americana en ese frente hayan sido tan importantes para mover las expectativas de ver recortes de tipos en los próximos meses.
De ahora en adelante, la evolución de los datos de empleo será clave para ver a qué ritmo seguirá bajando tipos la Fed en los próximos trimestres. De hecho, si hubiese nuevas sorpresas positivas en el frente del empleo, y estas se combinan con nuevos repuntes inflacionistas, quizá, impulsados por las medidas económicas que ha presentado Donald Trump, no se puede descartar que la bajada de tipos se pueda borrar por completo en 2025, o incluso, como algunos analistas han llegado a aventurar en las últimas semanas, no se puede descartar que la Fed pueda incluso llegar a plantearse tener que subir tipos en algún momento. El tiempo, pero sobre todo, los datos, lo dirán.
Bank of America ya descarta más recortes
El dato de empleo no sólo ha generado una reacción en las expectativas de los inversores: grandes casas de análisis han revisado este viernes sus expectativas de ver recortes en los próximos meses. Citi ha retrasado el primer recorte de tipos desde enero hasta mayo, mientras que Goldman Sachs ha borrado un recorte de tipos previsto para 2025, y ya sólo espera dos. Sin embargo, el movimiento más agresivo que se ha producido en este sentido es el de Bank of America, quien esperaba hasta ahora dos recortes de tipos en 2025, y ya no espera ninguno. “Después del dato tan fuerte de empleo de diciembre, creemos que el ciclo de recortes de tipos ha terminado”, explica BofA.
Fuente: Revista El Economista