La oposición de Corea del Sur acusó el lunes al partido gobernante de orquestar un “segundo golpe” de Estado al aferrarse al poder y negarse a un juicio político contra el presidente Yoon Suk Yeol por declarar la ley marcial.
El presidente y una serie de altos cargos están siendo investigados por insurrección, pero el intento de destituir a Yoon fracasó el sábado tras el boicot del partido gobernante, que afirma que el líder, muy impopular, ha aceptado ceder el poder al primer ministro y al jefe del partido.
“No importa cómo traten de justificarlo, la esencia permanece intacta: se trata de un acto ilegal e inconstitucional, una segunda insurrección y un segundo golpe de Estado”, dijo el líder del partido democrático Park Chan-dae, al pedir al partido de gobierno “detener esto de inmediato”.
Según la Constitución surcoreana, el presidente sigue siendo jefe del gobierno y comandante en jefe del ejército a menos que esté incapacitado, dimita o renuncie.
“Una flagrante violación constitucional sin base legal”
En tal caso, el poder pasaría al primer ministro de forma interina, hasta que pudieran celebrarse elecciones.
Afirmar que Yoon puede seguir en el cargo, pero que ha delegado sus poderes en el primer ministro y líder de su gobernante Partido del Poder Popular -que no es un cargo electo- es “una flagrante violación constitucional sin base legal”, dijo Park.
“Su actitud de situarse por encima de la Constitución refleja la del insurrecto Yoon Suk Yeol”, añadió.
Los investigadores ya han detenido al ex ministro de Defensa, han allanado sus oficinas, han prohibido viajar a varios altos cargos y el lunes convocaron al general que fue nombrado comandante de la ley marcial para interrogarle.
El propio Yoon podría ser llamado para ser interrogado, dijo la policía el lunes, añadiendo que están “considerando” la posibilidad de prohibirle viajar.
Fuente: dw.com