Von der Leyen pide un frente común con el G7 contra la sobreproducción china

En el último año, la Comisión Europea ha ido endureciendo el tono respecto a China. Bruselas ha ido elevado el escrutinio contra las prácticas de competencia desleal en las que incurre el gigante asiático. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha pedido este martes a los socios del G7 crear un frente común para dar respuesta a la sobreproducción de Pekín.

En el último pleno del Parlamento Europeo de esta legislatura comunitaria, que tiene lugar esta semana en Estrasburgo, la alemana ha mandado un mensaje a China: es necesario que haya “igualdad de condiciones” entre los actores del mercado y ha pedido abordar “los riesgos” como “los problemas de sobrecapacidad producida fuera de la UE”. Un marco en el que ha considerado necesaria una respuesta “más estructural” con los socios del G7, en la que insta a incluir a las economías en desarrollo “porque su industrialización se puede ver directamente amenazada”.

La alemana fue clara: “me refiero a la sobreproducción estructural, que se consigue en gran medida con subvenciones”, ha señalado en relación a las prácticas puestas en marcha por Pekín en sectores como el de los vehículos eléctricos. Dado que otros actores están cerrando sus mercados, el europeo se presenta como “un destino atractivo”, ha expuesto. Sin embargo, los productores del bloque se enfrentan al riesgo de “verse obligados a abandonar el mercado“, ha advertido la presidenta de la Comisión Europea.

Hace poco más de un año Von der Leyen llamaba al club comunitario a reducir riesgos frente a China, aunque sin cortar por completo la relación con el gigante asiático (derisking, not decoupling). Desde entonces, Bruselas ha ido endureciendo su postura con respecto a Pekín: ha lanzado una investigación contra los subsidios del sector de vehículos eléctricos, ha abierto tres investigaciones contra empresas chinas por acudir a concursos públicos dotadas de subvenciones de Pekín y ha cargado contra la sobreproducción en el país.

En suelo estadounidense, la vicepresidenta de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, llamaba hace dos semanas a reducir los riesgos de las dependencias comerciales frente a China y aumentar su competitividad y autonomía estratégica. La danesa evidenció que Europa no puede ser destino del exceso de oferta de Pekín en los sectores de tecnologías limpias, que exporta a precios muy bajos por la sobreproducción que ha acometido para impulsar su economía.

La danesa criticó abiertamente prácticas emprendidas por el gigante asiático como “adquirir tecnología, y no siempre de forma transparente”, “conceder subvenciones amplias a los proveedores nacionales, al tiempo que se cierra progresivamente el mercado nacional a las empresas extranjeras” y “exportando el exceso de capacidad al mundo a precios bajos”.

Menor productividad que EEUU

El pleno Eurocámara arrancó con un debate sobre las conclusiones de la última Cumbre de líderes de la UE evidencian la necesidad de impulsar la competitividad del bloque, aunque también las discrepancias entre países sobre cómo hacerlo. En este marco, la jefa del Ejecutivo comunitario ha explicado que tanto Rusia como China tienen problemas con la demanda interna, aunque hay otros factores que afectan a la competitividad europea: “en la última década, la productividad laboral europea sólo ha aumentado un 0,8% anual, frente al 1,1% de Estados Unidos. Estas tendencias sólo pueden abordarse con un esfuerzo concertado tanto a escala europea como nacional”.

Von der Leyen ha defendido que la agenda de la UE debe poner el foco en restaurar la competitividad. En los últimos cuatro años, el club comunitario ha dispuesto un nivel de inversión pública sin precedentes para sectores estratégicos: “estamos invirtiendo 400.000 millones de los fondos Next Generation (plan de salida de la pandemia), y hemos aprobado 550.000 millones de euros en apoyos públicos nacionales para tecnologías limpias e inversión energía”, ha cuantificado la alemana.

470.000 millones de inversión privada

Sin embargo, Von der Leyen ha advertido que no se alcanzarán los objetivos solo con inversión pública. Ha mirado al proyecto de integración bursátil como parte de la solución, pese al lento avance del proyecto desde que se arrancó hace 10 años. “470.000 millones de euros, es la cantidad adicional de inversión privada que podemos captar cada año si completamos la unión de mercado de capitales”.

Para avanzar en la integración bursátil del bloque, la alemana ha abogado por “armonizar las reglas nacionales de insolvencia”, para dar previsibilidad a los inversores. También ha defendido la creación de un producto de ahorro transfronterizo para los inversores minoristas. Además, ha recordado que los líderes de la UE encomendaron al Ejecutivo comunitario reforzar la supervisión de los actores más relevantes del mercado a nivel europeo.

“Si queremos financiar la nueva revolución industrial de nuestro tiempo, debemos movilizar el capital privado europeo. Y ahora es el momento de pasar de la voluntad política a la acción”, ha asegurado.

Descenso de los precios del GNL

Otra de las prioridades que ha mencionado la jefa del Ejecutivo comunitario es la necesidad de reducir el coste de la energía, un factor que afecta a la competitividad de las empresas del bloque, especialmente las intensivas en energía. El hecho de que gran cantidad de proyectos de gas natural licuado (GNL) lleguen al mercado europeo evidencia un cambio de déficit mundial de GNL a abundancia. “Como consecuencia, esperamos que bajen los precios del gas”, ha asegurado la alemana, que considera este contexto una oportunidad para “seguir desarrollando energías renovables” y que ha considerado un éxito que el pasado año se produjera, por primera vez, “más electricidad a partir de viendo que de gas”.

En este contexto, la Von der Leyen hizo un llamamiento a que, a lo largo de esta década la “capacidad de transmisión eléctrica transfronteriza debe duplicarse”. Un marco en el que pidió incrementar la inversión en redes inteligentes, infraestructuras de carga, cables, tuberías, turbinas y electrolizadores. “Debemos construir la columna vertebral física de la economía del futuro”, ha incidido.

La falta de profesionales cualificados es otro de los puntos que la UE tendrá que afrontar como prioridad en la siguiente legislatura. “Tenemos que atraer talento del extranjero”, ha indicado la alemana que ha explicado que el plan de Recuperación cuenta con 65.000 millones de euros de inversión en cualificaciones, así como con el Fondo Social Europeo.

Fuente: Revista El Economista

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