La Celeste volvió a demostrar su eficiencia en un partido con más rojas que goles. El solitario gol de Duarte manda a casa a los africanos y coloca a los ‘Charrúas’ en la siguiente ronda ante EE.UU.
Penúltimo choque de los octavos de final. Se enfrentaban una de las grandes esperanzas sudamericanas como Uruguay y la principal revelación de la fase de grupos, Gambia. En cuartos, ya esperaba la Selección estadounidense tras vencer fácilmente a Nueva Zelanda por un resultado de 4-0.
Antes del inicio del choque, Uruguay estaba en las quinielas como favorita para clasificar a la siguiente ronda ante un rival que había asombrado al mundo ganando a Francia en fase de grupos. Broli volvía a dejar fuera a Ferrari y confiaba en Luciano Rodríguez como punta para el arranque del partido. Así inició este partido en Santiago del Estero. Uruguay dominaba el balón en los momentos de tanteo, pero con precaución y sin volcarse.
El partido cambió muy pronto, concretamente en el minuto 17 cuando Mbye se fue expulsado tras una dura entrada a destiempo sobre Fabricio Díaz, que el colegiado, con ayuda del VAR, ratificó como merecedora de tarjeta roja.Este suceso fue perjudicial para Gambia, para el espectáculo, pero también para el juego de contragolpe de Uruguay, que se veía obligada a encerrar a su rival tras la superioridad numérica.
Gambia, obligada a replegarse y defenderse con todo, dejo de proponer en ataque y se limitó a blindar la meta y a complicar el juego uruguayo. Así pasaron los minutos hasta la gran ocasión de la primera mitad. Una entrega horrorosa de Dampha cayó en los pies de Duarte, que entre finalizar y asistir al ‘Cepillo’ González decidió definir, pero se encontró con las piernas del meta gambiano, que de esta forma enmendaba el error inicial.
Ya en el descuento de la primera mitad, un error de temperamento de Luciano Rodríguez condenó a Uruguay. El atacante de Liverpoolsacó el codo para responder a un agarrón de Sanyang e igualaba la cuenta de tarjetas rojas a pocos segundos del descanso, dejando a su equipo con diez, como ya estaba Gambia desde hacia media hora.
Tras estas dos expulsiones, solo 20 jugadores retornaban al césped en la segunda parte, que comenzaba sin goles y con todo por decidir. Al igual que en la primera parte, Uruguay llevó la batuta al inicio, pero esta vez, llegando mucho más cerca de la meta defendida por Dampha.
En este buen momento de la Celeste, el ‘Cepillo’ González se erigió como canalizador del juego ofensivo de los de Broli. El dorsal 10 fue el principal actor de varias ocasiones en este tramo de partido. Cuando se llegaba al minuto 65, no fue González sino Duarte quien con un zurdazo violento se resarció del fallo de la primera mitad y desató la alegría uruguaya tras anotar el tanto que rompía la igualada.
Tras el tanto de Duarte, Uruguay optó por replegarse y esperar con orden a una Gambia muy cansada y sin ideas. El trabajo de desgaste ‘Charrúa’ empezó a dar sus frutos y a descolocar a una selección gambiana que se volcaba en busca del gol. En una de esas ofensivas en las que los jugadores africanos no eran capaces de volver, Chaga se plantó solo ante Dampha, que de forma intuitiva adivina el pase que dejaba solo a Siri y significaba la sentencia. Vida extra para Gambia, que contaba con 10 minutos para empatar.
La última gran ocasión para Uruguay fue del ‘Cepillo’ González. El atacante uruguayo buscaba la espalda tras un buen pase al hueco ypicó el balón ante la salida de Dampha. González, que no pudo calibrar bien, vio como su vaselina se marchaba cruzada en exceso.
Tras unos minutos de intentos sin suerte por parte de Gambia, Lexetier señalaba el final del choque para alegría de los Uruguayos. El solitario gol de Duarte era suficiente para pasar la prueba y, aunque sin Luciano Rodríguez, la Celeste enfrentará a Estados Unidos por una plaza entre los 4 mejores de esta Copa del Mundo Sub-20.
FUENTE: Diario AS