Un mal de amores detonó fuego interno de Sofía Reyes

Pasan buenas cosas durante el mal de amores, ¿no, Sofía Reyes?

“Y contar todo se vuelve muy fuerte, por eso estoy orgullosa de lo que terminé compartiendo”, dice a Excélsior la regiomontana. “Y el chico con el que yo había salido, a quien le escribí Palo santo, me dijo, ‘ouch, ¡qué fuerte!’, porque no tuvimos la conversación tan personal.

“Sólo he tenido el corazón roto una vez y la experiencia me ha enseñado a quererme, aceptarme, amarme; ahora veo caer luces rojas y creo que es la vida avisando que necesitamos un cambio drástico en la vida”, agregó.

Su relación mediática fue junto a Ricky, hijo de Ricardo Montaner, la ruptura, un secreto a voces. En redes sociales ya no los veían juntos y el SoCrew no lo pasó por alto.

Desde esa temporada a la fecha, Sofía trabajó más para lanzar canción tras canción, compilar éxitos, como Un, dos tres; R.I.P., Idiota y otras que se sumaron a darle forma a las 17 rolas de este álbum tan latino y personal de Sofía, Mal de amores, ya disponible en streaming.

Digamos que su mal de amores se intuye, pero ¿cómo disfrutar el dolor cuando se es una celebridad y se desata rumor tras rumor? Primero, encontró una buena fuente de sanación en la terapia y la espiritualidad.

“Los límites los ponemos. Soy consciente de que la gente puede hablar, sacar chisme, pero el trabajo de mi paz mental es no darle importancia a cosas que sé que no son mi verdad. Siempre especulan que a tal persona le escribí tal canción, y quizá sí o a otra persona, pero para yo asimilarlo tomó años de terapia”, precisó.

En este renacer, Sofía abre su disco con una canción importante como Mujer, una declaración de quién es a sus 26 años.

“Y parte de que yo sentía algo muy fuerte por esa persona, era un fuego interno donde me sentí muy mujer, y es importante agregarle mucho sobre mi sexualidad, cuestionarme si está bien o mal sentirme de esa forma, reafirmar que no soy ni buena ni mala, tampoco una santa. Terminó como una conversación conmigo misma”, explicó.

Alto, o sea, ¿cómo que en 2021 seguimos de mochos creyendo que hablar explícitamente de la sexualidad no va con una damita? ¡Qué flojera! Le cuestionamos a Sofía si eso viene por el famoso estigma social de, “los de Monterrey son bien mochos y persignados”.

“La vida es para experimentarla. Nadie puede limitar lo que uno quiere vivir. Es muy poderoso. En 2019, muy soltera por primera vez, estaba en esa etapa de qué se siente salir de fiesta, besarte con alguien y nunca volver a verla. Ahí está mi “maldad”.

“También, yo viniendo de Monterrey, donde no se tiene mucho esa cultura (de apertura), nos hace sentir que es tabú. En casa nunca se habló de eso. Había una escena medio intensa y era así de, ‘ay, tápense los ojos’. Ahora, a los 26 años, sí dije, ‘¡Ya! ¡qué es esto!”, se sinceró.

Mal de amores tendrá el momento de su presentación en CDMX próximamente, pues Sofi anhela recuperar su fecha postergada y cancelada en el extinto Plaza Condesa.

En Spotify

  • Tiene 10.5 millones de oyentes al mes. Buenos Aires es en donde más reproducciones hay de sus canciones, seguida de la Ciudad de México, Santiago de Chile, Lima y Madrid.
Fuente: Excélsior
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