Álvaro Morata ha cerrado de manera definitiva su pase al Galatasaray. El delantero español se marcha cedido hasta final de temporada, pero con compra obligatoria por parte del club turco a partir del próximo 30 de junio por una cantidad de 15 millones de euros.
El acuerdo, ya firmado, colocará al capitán de la selección española a la misma altura económica de Osimhen (900.000 euros netos al mes), refuerzo estrella del Galatasaray en el pasado verano, eso sí, en calidad de cedido. En un segundo escalón está situado Icardi. El sueldo que percibirá Morata está por encima de lo que percibía en el Milán.
El club lombardo, además, está perfilando la salida de más futbolistas como Calabria y Theo Hernández, dentro del descontento generalizado que existe en el vestuario hacia Sergio Conceiçao, entrenador que llegó para aliviar la sitúa creada por Fonseca y que está logrando que la crisis sea todavía mayor.
Tanto es así, que el rumor que empieza a circular por Italia apunta a una decisión drástica respecto al futuro del técnico en caso de no encontrar soluciones, más allá de los enfrentamientos con los futbolistas, que piden salir del equipo.
Su relevo apunta a ser el mexicano Santi Giménez, delantero del Feyenoord, que está cuajando una gran Champions con 5 goles y que estaría a punto de pasar reconocimiento médico con su nuevo equipo, que desembolsará, se estima, 35 millones. (D)