Cuando parecía que Donald Trump había decidido tomarse un descanso de los anuncios constantes de aranceles hasta el ‘día D’ del próximo 2 de abril, cuando prevé poner tasas a prácticamente todos los países del mundo, el presidente de EEUU ha vuelto a atacar a uno de sus víctimas favoritas: los coches. Trump ha anunciado que pondrá aranceles del 25% al sector del automóvil, y según Bloomberg, esto afectará a todos los coches completos que entren en EEUU, evitando así atacar directamente a las cadenas de suministro de piezas, la mayor amenaza a la industria estadounidense.

“Este anuncio empujará al crecimiento y ayudará a la industria del automóvil”, dijo Trump en la rueda de prensa. De nuevo, el presidente insistió en que “aliados y amigos nos están robando”, y definió a los aranceles como “un cargo a los países por hacer negocios con nosotros”, aunque esas tasas las pagarán los ciudadanos estadounidenses. Preguntado por la prensa, Trump afirmó que estos aranceles serán “permanentes para todo el mandato, seguro al 100%”, y prometió que no daría marcha atrás. Tras el anuncio, las principales automovilísticas estadounidenses se hundían en el after hours: General Motors más de un 4% y Stellantis, un 2%.

El objetivo de Trump sigue siendo animar a los fabricantes a llevar sus plantas de producción a EEUU. Sin ir más lejos, este lunes Hyundai anunció un plan de expansión en EEUU de 21.000 millones de dólares para los próximos 4 años, superando los 16.000 millones invertidos durante el mandato de Joe Biden. Trump celebró este anuncio asegurando que los aranceles “funcionan muy fuerte”, y que “el dinero está entrando a oleadas”.

EEUU importó en los últimos años unos 300.000 millones de dólares en coches y camiones de países extranjeros. El presidente calculó que estos aranceles darán “100.000 millones de dólares de ingresos” arancelarios para el Tesoro del país, sin explicar los cálculos exactos detrás de esa cifra.

De todas formas, los analistas calculan que los aranceles provocarán una subida de los costes de producción de los coches en EEUU, incluso los que se produzcan allí y se libren de las tasas. Las estimaciones de los analistas apuntan a que los aranceles a las piezas producidas en México y Canadá, que entrarán en vigor la próxima semana si nada cambia, subirían el coste de los coches en EEUU en entre 4.000 y 12.000 dólares. Incluso aunque las fábricas trasladen su producción por completo al país, el coste de pagar sueldos e impuestos estadounidenses también hará crecer el precio del producto.

El magnate también anticipó que el próximo martes, el ‘día de los aranceles’ golpeará a todos los países del mundo, aunque será “muy amable”, porque en muchos casos “pondré tasas menores a las que ellos nos han estado cobrando” estos años, repitiendo de nuevo su creencia de que los aranceles los paga el país importador al país exportador.

Fin al respiro

Este anuncio llega unos días después de que el presidente enviara mensajes que llevaron al mercado a pensar en una moderación de la política arancelaria, apuntando a que el famoso ‘día de los aranceles’ de abril sería algo menos duro de lo temido. Pero este anuncio echa un nuevo jarro de agua fría sobre los inversores. La ya tradicional línea errática del magnate en materia comercial está generando una sensación de caos que lastra a las bolsas, dejando a los inversores sin referencias claras para operar.

Según Michael Brown, analista de Pepperstone, la incertidumbre sobre los aranceles es tremendamente elevada, dificultando a los negocios y los consumidores “el seguimiento de un plan más allá de un día en el futuro”. Además, Brown señala que esta estrategia proteccionista está imposibilitando a los inversores a evaluar riesgos en sus inversiones. Este mismo miércoles, la agencia de rating S&P ha aumentado el riesgo de una recesión en los próximos 12 meses al 25%, apuntando a esta incertidumbre.

Por otro lado, hay quienes optan por aplicar una lectura a largo plazo para mitigar la incertidumbre que se extiende en el mercado. En este sentido, Matthew Weller, analista de Forex.com, subraya la ambigüedad del anuncio de los nuevos aranceles sobre el sector automovilístico, la cual ha golpeado duramente a Wall Street, especialmente al Nasdaq 100, índice que cae hoy más de un 2%. En este sentido, Weller indica señala la posibilidad de ver un pequeño “rally de alivio” en los valores de riesgo y en el dólar tiempo después de que el presidente notifique las nuevas tasas al motor.

Fuente: Revista El Economista

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