Elena Nájera: No es que estoy peleándome el reparto, no peleo nada, porque mi trabajo siempre ha sido transparente

Elena Nájera, vocal del Consejo Nacional Electoral (CNE), se ha convertido en una voz apartada de las decisiones de los otros cuatro consejeros y siente que en su contra se han tomado represalias por denunciar cómo se estarían ‘repartiendo’ puestos, direcciones provinciales y juntas electorales, en el contexto de las elecciones seccionales del 5 de febrero de 2023 en las que también se votará por elegir a los siete vocales del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS). Cree que hay una forma “laxa” de conducir al Consejo Electoral, que no ha podido establecer mecanismos para que las organizaciones políticas cumplan con inscribir candidaturas electas en los procesos de democracia interna y al contrario, a último momento deciden cambiar su nominado e inscribir otro. “Son hechos bochornosos que pasan en la democracia interna, cuando participa una candidata y a última hora simplemente se la saca. Pero, la “pregunta es ¿qué hace el CNE para que estas cosas no sucedan y se tome en serio estas elecciones?”. La consejera, que se principalizó en esa función después de que Luis Verdesoto renunció, denuncia que los cuatro consejeros de la mayoría se distribuyen varias áreas operativas del Consejo y a ella no la toman en cuenta, como un mecanismo de represalia.

¿Qué le preocupa en la conformación de las juntas electorales provinciales?

El antecedente es el siguiente: el doctor Luis Verdesoto (exvocal del CNE) tenía cuatro provincias a las que se les hacía el ‘seguimiento’ y cuando me principalicé propuse nombres porque pensé que así correspondía, ya que los otros consejeros tenían cinco o seis provincias a su cargo en las direcciones provinciales. El consejero Enrique Pita dijo que no se debía cambiar a los directores porque habían hecho un buen trabajo en las últimas elecciones generales del 2021. Pero en medio del proceso electoral de las seccionales del 2023, se cambiaron los directores de Sucumbíos y Cotopaxi y Pita ha votado a favor sin decir que se afecta el proceso electoral. Esas incoherencias son las que llaman la atención. Mi consejería hace seguimiento solo a una provincia que es Napo, mientras que ellos se repartieron las demás y tienen a su cargo seis o siete. Luego se habían reunido sin esta consejera para llegar a la conclusión de que quien tiene la dirección electoral tenga la presidencia de la junta electoral y la vicepresidencia, que se iba a distribuir como ‘buenos amigos, aliados’. Esto lo repartieron como buen papá o mamá. En mi caso, yo sí tengo un representante en las juntas electorales, pero sí marca que los cuatro consejeros votan en el 90 % por unanimidad, con mi postura en contra o abstención. Al inicio de mi gestión le propuse al consejero Pita que los vocales de las juntas sean electos por concursos de oposición y méritos y estén fuera de una línea partidista. Pero esto no sucedió. Hace dos años él no tenía ni secretarios ni directores jurídicos y ahora los tiene y está calladito.

¿Cuál es su denuncia sobre estos casos? Porque también reclamó que le habían quitado cargos en diferentes unidades del Consejo

He reclamado por escrito y en el pleno, porque me retiraron puestos técnicos y operativos de personas que iban a ingresar al área de sistemas o en lo jurídico. Pero esto es una forma de represalia cuando dije (en un pleno) que el instructivo adoptado para la calificación de candidaturas al Consejo de Participación Ciudadana vino de la Presidencia de la República. Emplacé a explicar lo sucedido y la consejera Diana Atamaint se demoró diez horas en sacar un comunicado a nombre del CNE. Ella siempre opta por esta represalia de la que fueron víctimas el consejero Pita y Verdesoto y ahora soy víctima a vista y paciencia de los otros consejeros. Incluso le dije al consejero Cabrera por qué me están retirando personal operativo para no poder tener una información clara. Me dijo: ‘bueno, tu dices que nos hemos repartido, cuál es el tema de coger lo que se te está quitando a ti’. Entonces, en ese momento, me levanté de esa sesión solemne porque la verdad es que me produce estupor que alguien diga el CNE es una hacienda, es propiedad de ellos, porque se la dividen. Aquí hay una distribución de direcciones, de coordinaciones, entre los tres. En ese sentido me siguen quitando personal. En noviembre debían ingresar capacitadores y están en esa misma manera, la persona que hace de coordinador de despacho de la señora Atamaint, un señor (Fausto) Yépez es el que coordina y dispone. Él es el dueño del CNE. Entonces, los consejeros se quejan tras bastidores, pero llegan a los acuerdos y no pasa nada.

Fuente El Universo

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