Siete personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad, en un ataque armado contra un autobús perpetrado este domingo en el centro de Jerusalén, informaron la policía israelí y socorristas. “La policía fue informada de un tiroteo contra un autobús cerca de la Tumba de David. Se acordonó el sitio”, dijo esa fuerza de seguridad.
Tras una intensa búsqueda de la policía en la zona, el sospechoso de cometer el ataque fue arrestado después de entregarse, y el arma de fuego fue intervenida, confirmó un portavoz policial. Aunque no se ha revelado su identidad, las autoridades israelíes calificaron el ataque como un “atentado terrorista” cometido por palestinos.
Sin ir más lejos, el grupo islamista Hamás calificó lo ocurrido como un “acto heroico de resistencia”. El ataque tuvo luchar en torno a las 1.30 de la madrugada contra un autobús urbano en un aparcamiento cerca de la Tumba de David, frente a la Puerta de Zion, fuera del barrio amurallado. El asaltante abrió fuego contra quienes esperaban para abordar la máquina.
Embarazada y su hijo, entre los heridos
De entre los heridos graves, uno es una mujer embarazada de 35 años, cuyas heridas en el abdomen obligaron a un parto de emergencia en el hospital Shaare Zedek. Su vida corre peligro, mientras que la condición del bebé es grave pero estable, según medios israelíes. También cuatro miembros de una familia judía ultraortodoxa de EE. UU, que llegaron el miércoles como turistas al país, resultaron lesionados. El padre es otro herido grave, está sedado y conectado a un respirador.
“Jerusalén es nuestra capital y un centro turístico para todas las religiones. Nuestras fuerzas de seguridad están trabajando para restaurar la calma y recuperar el sentido de seguridad en la ciudad”, señaló en un comunicado el primer ministro israelí, Yair Lapid. “Todos aquellos que busquen hacernos daño deberían saber que pagarán el precio por herir a nuestros civiles”, añadió el primer ministro en funciones.
Hamás, que gobierna de facto Gaza, señaló que la “heroica y valiente operación en Jerusalén es una reacción natural a la arrogancia de los soldados de la ocupación (Israel) y los colonos sionistas que cometen cada día crímenes contra nuestra gente, nuestra tierra y los lugares sagrados del islam y el cristianismo”.
Fuente: dw.com