Señales mixtas del empleo en EEUU: se crearon 311.000 puestos en febrero, el paro subió al 3,6%

El mercado laboral de EEUU vuelve a ofrecer señales aparentemente contradictorias. Por un lado, la creación de empleo se moderó en febrero, pero sigue en unos niveles considerados altos. El dato de nóminas no agrícolas del mes pasado fue de 311.000, una caída notable desde la sorprendente lectura de 504.000 en enero (dato revisado desde 517.000). Por otro, la tasa de paro escaló del 3,4% previo -mínimos de 1969- al 3,6%. Aunque los mercados parecen haber celebrado inicialmente esta relajación en parte de los datos, lo que llevaría a relajar la persistencia de la Reserva Federal con las subidas de tipos, la cifra de nóminas deja claro que queda trabajo por hacer.

 

La divergencia, como ha ocurrido en otros informes mensuales de empleo de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) del Departamento de Trabajo, ha venido de las dos diferentes encuestas con las que se realiza. Mientras que la creación neta de empleo (nóminas) se extrae de una encuesta a las empresas, la de paro se obtiene de encuestar a los hogares. Las sensaciones no son siempre las mismas.

Buscando datos en el informe que ayuden a esclarecer el panorama, la otra métrica más observada es la relativa a los salarios, dado el temor de la Fed a que una elevada inflación haya conducido a unas subidas de sueldos que retroalimenten el proceso. En esta ocasión, los ingresos medios por hora han avanzado un 0,2% intermensual y un 4,6% interanual. Se esperaba un 0,3% y un 4,7% respectivamente. El mes anterior los datos fueron del 0,2% y del 4,4%.

Otro dato positivo ha sido el de la tasa de participación laboral, que mide el número de americanos que están en el mercado laboral -trabajando o buscando empleo-. El porcentaje ha subido una décima hasta el 62,5%. Aunque la tasa sigue lejos aún del 63,4% prepandémico, refleja que los ciudadanos de EEUU siguen reincorporándose poco a poco al mercado laboral tras la pandemia.

La Fed quiere que esta dinámica se acelere, ya que un aumento de la mano de obra aumentará la competencia y aliviará los problemas de demanda de empleo, causa del repunte salarial. El aumento de la tasa de paro se explica por el fuerte aumento de la población activa (419.000 personas) y un incremento más moderado del empleo en la encuesta a los hogares (177.000 personas).

En cuanto al desglose del empleo de febrero, el sector del ocio y la hostelería sumó 105.000 puestos de trabajo, mientras que el sector de la construcción sumó 24.000, lo que sugiere que el invierno inusualmente suave siguió proporcionando un apoyo importante. Por otra parte, el comercio minorista añadió 50.000 puestos de trabajo, la sanidad 44.000, los servicios profesionales y empresariales 45.000 y el empleo público 46.000 más. Por el contrario, los sectores del transporte y la información perdieron puestos de trabajo.

Como en cada entrega del informe de empleo, este se esperaba con expectación después de un dato de enero anómalo por su fuerza. La importante influencia de variables como un clima más cálido de lo habitual y los ajustes estacionales en las estadísticas al cambiar de año daban una imagen que podría ser distorsionada y que se tendría que aclarar en febrero. La cifra superior a 300.000 nóminas, con los analistas esperando unas 220.000, cota que ya se considera elevada repasando la tendencia previa al covid, evidencia que la fortaleza persiste pese al deterioro para la economía de meses de subidas de tipos por parte de la Fed.

El empleo es fuerte, pero el resto del informe sugiere que el debate sobre la subida de 25/50 puntos básicos de la Fed en su reunión de marzo sigue sin resolverse, concluyen desde Oxford Economics. “Mientras que el aumento del empleo en 311.000 puestos de trabajo el mes pasado, superior al consenso, confirma que el enorme aumento de 504.000 en enero no fue una mera distorsión estacional, el resto del informe de febrero proporcionará cierta tranquilidad a la Reserva Federal”, señalan los analistas de Capital Economics.

“El resultado es que parece que el debate de 25 puntos básicos/50 puntos básicos en torno a la decisión de subir los tipos a finales de este mes se reducirá al informe del IPC de febrero, que se publicará el próximo martes. Seguimos pensando que la Reserva Federal mantendrá un aumento de 25 puntos básicos, pero reconocemos que, tras el testimonio de línea dura de Powell esta semana, la decisión está muy reñida”, agregan. En las apuestas de mercado sí ha habido cierto vuelco: si ayer las probabilidades de una subida de 50 puntos básicos en marzo eran del 68%, hoy han pasado a ser del 27%.

En las mismas apuestas, se ha pasado de descontar ayer un tipo terminal del 5,51% en julio a uno del 5,32% hoy. “Esperamos que la Reserva Federal suba los tipos 25 puntos básicos en cada una de las tres próximas reuniones, con lo que la horquilla final del tipo de los fondos federales se situaría entre el 5,25% y el 5,5%”, estima Ryan Sweet, de Oxford Economics.

Desde el punto de vista del parqué, golpeado este viernes por la zozobra de Silicon Valley Bank (SVB) y el posible contagio financiero, los datos de empleo conocidos han sido recibidos positivamente al principio. Los futuros de Wall Street se han girado al alza (tras la apertura las acciones han vuelto a caer) y los bonos han experimentado una rotunda caída en sus rendimientos. El bono a dos años ha caído del 4,85% -ayer tocaba el 5%- al 4,6%. El bono a 10 años (T-Note), instalado ayer en el 4%, baja hasta el 3,7%. El dólar se ha dejado más de un 0,7% con el euro y más de un 1% con la libra esterlina. Siguiendo la tónica de otras ocasiones, los actores del mercado se han quedado con los detalles que permiten confiar en un relajamiento por parte de la Reserva Federal.

Más allá de este informe de empleo, los datos laborales conocidos esta semana continuaban telegrafiando fortaleza: la encuesta de creación de empleo de ADP ha vuelto a subir con fuerza a las 200.000 nóminas privadas, las vacantes de empleo (JOLTS) se moderaron en enero menos de lo previsto -están en 1,9 por desempleado- y las peticiones iniciales de subsidio por desempleo subieron ligeramente, pero siguen en el ámbito de las 200.000, considerado bajo y evidenciando que no hay tantos despidos.

Fuente: Revista El Economista 

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