SE ARREPIENTE DE TODO – Wesley Sneijder y su mala vida en el Real Madrid: “Bebía y salía mucho, cuando quise escuchar a Van Nistelrooy era tarde”

Nos recibe en su escuela de fútbol de Utrecht, que dirige junto a uno de sus hermanos. Por las calles de su ciudad, donde Wesley Sneijder (Utrecht, 1984) sigue viviendo, recuerda cómo jugaba de niño con la camiseta de Raúl. Está relajado, rodeado de amigos que se suman a la partida ‘Remi’, un juego de cartas. El holandés habla sin tapujos, en un perfecto español, de cómo era su vida en Madrid y los errores que cometió en el club blanco, de los que dice haber aprendido, aunque tarde.

“Es la única pena que tengo de toda mi carrera, la vida que llevaba fuera del campo hizo que no me quisieran. Era muy joven, pero me quedaba mucho por hacer”, reconoce. También de todo lo conseguido con su selección, revelando el momento inaudito que vivió con Sergio Ramos nada más terminar la final del Mundial 2010. Aquel año sí ganó la Champions con Mourinho, al que se refiere casi con el amor de un hijo.
¿Cómo fue tu infancia?

Empecé con cinco años a jugar en Utrecht, justo donde estamos ahora. Fue una situación difícil porque soy un niño de la calle y con siete años me fui a Ámsterdam a jugar en el Ajax, me llevaba mi padre y no podía trabajar. Yo estaba siempre en casa tranquilo, pensando únicamente en fútbol. Mi hermano no, y se fue para otro lado, estaba en la calle con sus amigos y Utrecht es una ciudad complicada. Yo tenía la mentalidad, y siempre le digo a las niños que la edad de los 15 a los 17 es la más importante, cuando empiezas a salir con amigos, chicas…

Vengo de una familia estructurada, pero yo no tenía ganas de estudiar, sólo pensaba en el fútbol porque lo tenía claro. Dejé los estudios con 15 años. Mis padres lo entendieron, aunque no tenía plan B, yo siempre voy con el plan A.

¿Cómo fueron esos primeros años en el Ajax?

Entrenaba en Ámsterdam, en el Ajax, y también en las calles de Utrecht, iba todo muy rápido. Con 16 años sabía que iba a llegar al primer equipo, tenía en la cabeza cómo había hecho las cosas mi hermano, así que sabía lo que debía y lo que no debía hacer para llegar.

Lo más importante es que en el Ajax están pensando en otras cosas además del fútbol, se preocupan por qué haces el colegio, fuera del club, si estás mucho solo… Para mí es la mejor escuela de fútbol. Te forman como jugador y como persona. Cuando llegué al primer equipo ya estaba pensando en jugar en la Selección, ir a un Mundial y quería jugar en España.

¿Antes me has dicho que tenías claro que acabarías en España?

Sí, porque yo amo Madrid, desde antes de ir al Real. Si me preguntan por un equipo, siempre digo el Real Madrid porque desde pequeño era un fan. Cuando mi familia se iba de vacaciones me traía la camiseta de Raúl y jugaba con ella puesta en la calle. Y luego estaba en el campo con él. Se lo dije, no sé si se acordará.

El Valencia vino a ficharme, estábamos hablando, pero yo pensaba que podía más. Dos semanas después vino el Madrid y fue todo muy rápido. En tres o cuatro días el fichaje estaba hecho. Recuerdo que me junté con Mijatovic en el aeropuerto de Schipol y firmamos allí mismo.

¿Cómo fueron los primeros tiempos en Madrid?

Llegué al Real Madrid con 23 años. Al principio estaba bien, sólo quería jugar y demostrar a la gente que tenía calidad para hacerlo en el Madrid. Al principio marqué goles, di asistencias y era aceptado en el grupo. Luego tuve problemas en mi relación privada y estando soltero, salía algunas veces. Empecé a vivir una vida de una manera que todavía sigue siendo la única cosa en mi carrera que me da pena. Yo sé que tenía que haber hecho más en el Madrid. Gané la Liga, pero no la Champions. Sé perfectamente que no hice todo en aquel momento. Salía y tomaba mucho, no es fácil cuando eres tan joven y lo tienes todo, creo que todo el mundo comete errores en esos momentos.

¿Nadie del club o compañeros intentaron aconsejarte o llevarte por otro camino?

Lo intentaron, pero no se podía porque era un chico que decidía mis cosas y no me gustaba escuchar. No quería escuchar. La vida era perfecta para mí, rodeado de estrellas, restaurantes, chicas… Mis compañeros, como Ruud Van Nistelrooy siempre hablaba conmigo. Vino a mi casa para decirme que tenía mucha calidad, pero que tenía que cambiar mi vida. Cuando quise escuchar ya era tarde.

Fuente: Relevo

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