Que Yamil Antonio Ch. sí es responsable del abuso sexual perpetrado contra su hija. A esa conclusión llegó la Sala Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, por lo que rechazó el recurso de apelación interpuesto por el procesado, Yamil Antonio Ch.
Él fue sentenciado por un Tribunal de Garantías Penales de Quitumbe a cumplir una pena privativa de libertad de nueve años y cuatro meses, sobre la base de las pruebas periciales, testimoniales y documentales practicadas por la Fiscal del caso en la audiencia de juicio.
Al no estar de acuerdo con el fallo de primera instancia, el acusado apeló la sentencia ante la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, instancia en la que Fiscalía sustentó nuevamente su tesis, explicando que, el 16 de diciembre de 2018, el procesado agredió sexualmente a su hija de 6 años, tocando sus partes íntimas.
La Fiscal que llevó el caso indicó a la Sala que –según el testimonio anticipado rendido por la niña– la conducta adoptada por Yamil Antonio Y. se repitió en varias ocasiones, cuando ella acudía a las visitas que le hacía a su padre, hasta que la agraviada rompió el silencio y le contó todo a su madre.
En la audiencia de apelación, Fiscalía también se refirió a la valoración psicológica practicada a la víctima, como una de las pruebas actuadas en el juicio, precisando que la agresión sexual dejó secuelas en ella.
Asimismo, citó la pericia de entorno social que también fue valorada por el Tribunal de primera instancia. La experticia –dijo– concluyó que el delito dejó afectaciones en el ámbito personal, familiar y educativo de la infante.
La Fiscal volvió a mencionar las pericias de rasgos de personalidad del procesado y de reconocimiento de lugar de los hechos, pruebas que sirvieron a los jueces de primer nivel para motivar la sentencia condenatoria dictada contra Yamil Antonio Ch.
A los magistrados no les quedó duda sobre la existencia del delito y la participación del procesado en el mismo, por lo que ratificaron –en todas sus partes– el fallo de primera instancia.