Si el resultado es anecdótico para todos. Menos para la Laver Cup, pero seguramente en el fondo hasta el Team World quería que el desenlace sea distinto y hasta que el momento nunca llegue. Se retiró Roger Federer.
Lamentablemente, no pudo ser con victoria, ya que en el cuarto partido de la serie perdió el dobles junto con Rafael Nadal frente a Frances Tiafoe por 6-4, 6-7 (2) y 9-11 en el O2 Arena de Londres.
Para donde la cámara y los ojos apuntaban había lágrimas. Las primeras eran obviamente del suizo, quien de manera oficial no tocará más una raqueta. Las segundas eran de su compañero en este duelo, el español. Su incondicional. Rivales y amigos. Todo tipo de emociones compartidas. Faltaba esta, la de tristeza y alegría combinadas. Esa sensación inexplicable.
Muchísimo tiempo después del nacido en Basilea empuñó su arma más valiosa para deleitar al público en el estadio. Y la inactividad no se notó: aces, toques suaves, slice por acá y por allá más ese revés único.
El primer set fue a favor con un quiebre en el déciomo y último game. Ya en el segundo manga ambos equipos perdieron el servicio en una oportunidad y todo se fue al tie-break, donde los estadounidenses estuvieron firmes. El match tie-break decidió el triunfo y, aunque Federer y Nadal tuvieron matchpoint, no pudieron concretar y la victoria quedó para Tiafoe-Sock.
De esta manera, el Team World empató 2-2 el resultado de la Laver Cup frente al Team Europe. Pero volviendo al principio, eso es más que anecdótico cuando al mismo momento uno de los más grandes de la historia está colgando la raqueta. (D)