Rezar y apostar, la vía de escape de los jóvenes chinos ante un modelo económico que les castiga

El monte Emei y la montaña Jiuhua albergan dos de los templos budistas más famosos de China. Millones de turistas acuden cada año a admirar y empaparse de su aura sagrada. En el otro extremo de la cultura china está el azar, que, al igual que las visitas a los Budas gigantes, cuenta cada vez con más ‘fieles’. Las dos vertientes están en auge y son el reflejo de una sociedad que confía su futuro a la religión o a la lotería, ante un modelo económico que complica las opciones de desarrollo sobre todo a los más jóvenes.

 

Los datos oficiales confirman que las visitas a los templos chinos se han cuadriplicado en lo que va de año con respecto a 2022 y que la venta de lotería cosechó en abril su nivel más alto en una década. En bolsa, el comportamiento sigue la tendencia, con las acciones de algunos operadores de templos y vendedores de lotería acumulando subidas.

Estas cifras contrastan con otros indicadores que confirman que la recuperación económica no está siendo tan vigorosa como se esperaba tras el fin de la política ‘cero covid’: la actividad se desacelera, con la producción industrial a mitad de ritmo del esperado, el sector inmobiliario sigue hundido, y el mercado laboral se fractura, dejando a los más jóvenes en la situación más complicada con el desempleo juvenil en un récord del 20,4%.

La incertidumbre lleva a los jóvenes a rezar y apostar, una elección ‘a la desesperada’ tras la que algunos inversores están viendo una oportunidad. Las acciones de Emei Shan Tourism, operador de la atracción religiosa del monte Emei, y de Anhui Jiuhuashan Tourism Development (de la montaña Jiuhua) han tocado techo este jueves por segundo día consecutivo tras dispararse un 10%.

Lo mismo ocurre con China Sports Industry, la cotizada detrás del negocio estatal de loterías deportivas, cuyos títulos también se han revalorizado un 10% en las dos últimas sesiones. Según ha indicado a Reuters Shi Pengfei, analista de consumo de Spring Capital, “el aumento de las acciones refleja un cambio importante en la macroeconomía este año: la creciente presión del empleo juvenil”.

Un oasis en medio del desierto

Las ganancias de estos sectores contrastan también con los movimientos en el mercado general. El FTSE China A50, principal índice de referencia bursátil del país, ha devuelto la mayoría de las ganancias desde noviembre pasado después del repunte tras la reapertura post pandemia y en lo que va de año ya se deja un 1% debido a la decepción de la recuperación económica y al aumento de las tensiones geopolíticas.

Los hogares, por su parte, están apostando por activos más seguros y están acumulando bonos y depósitos mientras se interesan, principalmente, por sectores de propiedad estatal, como bancos, empresas de energía y telecomunicaciones ante la mayor fiabilidad de sus dividendos.

Fuente: Revista El Economista

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