La búsqueda de la belleza es una constante en la vida de mujeres y hombres. La cantidad de información disponible en el ciberespacio ha ayudado a erradicar tabúes alrededor de los procedimientos estéticos, tanto quirúrgicos como no quirúrgicos.
Entre los tratamientos más populares para mejorar el aspecto físico y alcanzar la apariencia deseada, el bótox se ha consolidado como uno de los más demandados a nivel internacional. Sin embargo, sigue rodeado de mitos y desinformación.
En la actualidad, el interés por procedimientos estéticos menos invasivos y con resultados naturales ha ido en aumento. No solo se habla de bótox, sino también de los hilos tensores, una técnica que revoluciona la estética al ofrecer un efecto lifting sin cirugía, rejuveneciendo la piel sin necesidad de pasar por un quirófano.
Para conocer más sobre estos tratamientos, El Universal conversó con la Dra. Anita Vergara, médica cirujana con especialización en Medicina Estética y Antiaging de la Universidad John F. Kennedy de Buenos Aires.
“La perfección no existe, pero debemos buscar la forma de estar bien con nosotros mismos, siempre con la orientación de expertos, conciencia y profesionalismo. Utilizar estos procedimientos para sentirse bien es una elección”, asegura la especialista.
El bótox, un procedimiento duramente criticado
El bótox es el nombre comercial de la toxina botulínica, un compuesto utilizado en medicina estética y terapéutica para relajar temporalmente los músculos. Actúa como un miorrelajante o miomodulador, reduciendo arrugas faciales y mejorando la calidad de la piel tanto en el rostro como en el cuello.
“Lo revolucionario siempre genera críticas. Este tratamiento no solo es un antienvejecimiento, sino que, debido a la desinformación y a la falta de profesionalismo en algunos casos, ha surgido miedo alrededor de la toxina botulínica”, explica Vergara.
El procedimiento consiste en aplicar pequeñas dosis en las áreas a tratar. Los resultados comienzan a ser visibles en los días posteriores a la aplicación.
La Sociedad Americana de Cirugía Plástica destaca que el bótox es uno de los procedimientos no quirúrgicos más realizados anualmente. La Dra. Vergara señala que no solo se usa con fines correctivos, sino también como un método de prevención del envejecimiento.
¿Cuáles son los riesgos?
“El riesgo está en la falta de conocimiento y en manos inexpertas. Los expertos en procedimientos estéticos deben tener sensibilidad artística. Con este tratamiento siempre logras un rostro amable, lo que también contribuye a la salud mental”, afirma la especialista.
Aunque es seguro en manos de profesionales, algunos posibles efectos secundarios incluyen:
- Moretones o hinchazón en la zona tratada.
- Asimetría facial si no se aplica correctamente.
- Pérdida de expresión facial con dosis excesivas.
- Resistencia al tratamiento si se usa con demasiada frecuencia.
Hilos tensores: un lifting sin bisturí
Los hilos tensores han ganado popularidad en los últimos años. Se trata de fibras biocompatibles y reabsorbibles que se insertan bajo la piel para estimular la producción de colágeno y tensar los tejidos faciales o corporales. Para muchos, esta técnica es una alternativa al lifting quirúrgico, ofreciendo efectos inmediatos y progresivos.
Tipos de hilos tensores y cómo funcionan
- Hilos monofilamento: aportan firmeza y estimulan el colágeno.
- Hilos espiculados o de tracción: producen un efecto lifting inmediato.
- Hilos cónicos: brindan un levantamiento natural y duradero.
Estos hilos se colocan mediante microagujas y mejoran progresivamente la elasticidad y firmeza de la piel.
Beneficios del tratamiento
- Reafirma la piel.
- Resultados naturales y progresivos.
- Recuperación rápida.
- Estimulación del colágeno, mejorando la textura y luminosidad de la piel.
Este procedimiento es recomendado para personas entre 35 y 55 años que buscan un rejuvenecimiento facial sin someterse a una cirugía. Además, aporta hidratación a la piel, mejorando su apariencia general.
Fuente: eluniversal.com.co