Reforma tributaria queda pendiente

La reforma tributaria que el Gobierno analiza no se entregó este 8 de mayo como lo había anunciado el ministro de Economía y Finanzas, Pablo Arosemena.

El director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Francisco Briones, dijo la tarde de este lunes en Carondelet -donde se realizaba un gabinete- que hoy no va la reforma.

El Ministerio de Economía indicó que lo estaría comunicando con anticipación.

La expectativa se da por los anuncios hechos desde estas dos instituciones. El ministro Arosemena indicó la semana pasada que el régimen plantea subir el nivel de deducción de gastos personales a $ 15.200 anuales, pues se busca “dar alivio a los bolsillos” de los ciudadanos.

Briones ha indicado que los cambios tributarios beneficiarán principalmente a las personas que ganan entre $ 800 y $ 3.000.

Se elabora un esquema novedoso que tomará en cuenta el número de cargas familiares de los contribuyentes, haciendo diferencias entre quienes, por ejemplo, tienen ingresos de $ 2.000 o $ 1.500 y no tienen hijos o cargas y quienes ganan lo mismo pero que sí tienen dependientes.

La reforma se enviará como proyecto económico urgente.

El 29 de noviembre de 2021 entró en vigencia la Ley Orgánica para el Desarrollo Económico y Sostenibilidad Fiscal tras la pandemia del COVID-19. Esta contenía una reforma tributaria que aplicó mayores impuestos a los sectores más pudientes de la sociedad. Así, las empresas con patrimonios de más de $ 5 millones y las personas con patrimonios de más de $ 1 millón y las sociedades conyugales con más de $ 2 millones tuvieron que hacer una contribución temporal para aportar a las arcas fiscales.

La ley incluyó un componente de mayores impuestos para un sector de la clase media que ganaba más de $ 2.000 mensuales. Para el 2023, para quienes ganan menos de $ 1.750 el impuesto a la renta por pagar es cero y sin descuento en el rol, según el SRI; de ahí va subiendo el impuesto conforme suba el ingreso.

Posibles efectos de la reforma preocupan al sector productivo

Ante la inminente presentación de la nueva reforma tributaria, la presidenta de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), Mónica Heller, envió el lunes 8 de mayo una carta al presidente Guillermo Lasso, en la que expone la preocupación del sector productivo por los efectos de la norma.

Heller cita declaraciones de autoridades del Ejecutivo que han anticipado que la reforma tendría un costo tributario $ 200 millones, que se buscará compensar a través del sector productivo. Se refiere a expresiones hechas por el director del SRI a medios de comunicación.

“Esta afirmación genera una profunda preocupación, considerando que el sector productivo viene de afrontar más de seis reformas tributarias en los últimos años y aún se encuentra en una fase de recuperación, por lo que consideramos que cualquier reforma venidera tiene que apuntar a tener un sistema tributario simplificado, dar certidumbre al sector privado, fomentar la inversión nacional y extranjera, así como potenciar la generación del empleo, que es el principal reto que afrontamos como país”, señala la titular de la CCQ.

El gremio trasladó al Ejecutivo observaciones sobre el régimen tributario vigente e hizo ocho propuestas.

El cambio en el impuesto a la renta para 2022 de las personas naturales afectó a 539.366 contribuyentes. Que las modificaciones en la deducción de gastos personales “generó una reducción del ingreso familiar” e incrementó el pago del impuesto.

Al respecto, la Cámara de Comercio de Quito plantea aplicar un esquema de deducciones, con la posibilidad de poder restar del ingreso los gastos de vivienda, alimentación, salud, educación, vestimenta, servicios y otros.

Otras sugerencias son eliminar los límites por concepto de gasto personal y ajustar la tabla del pago del impuesto a la renta de personas naturales (fijar un máximo del 35 %).

Para el fomento al sector productivo se plantea exoneración del impuesto a la renta a nuevas inversiones de micro y pequeñas empresas, durante cinco años.

Reducir hasta un 10 % la tarifa del impuesto a la renta en contratos de inversión. Restablecer la deducción de 10 puntos porcentuales en la tarifa de impuesto a la renta del ejercicio corriente, por concepto de reinversión de utilidades.

Incorporar en la norma tributaria deducciones adicionales cuando exista incremento neto de empleo. Eliminar la retención a la distribución de utilidades a accionistas.

Por último, la CCQ también propone cambios respecto del impuesto al valor agregado (IVA). La idea es aplicar una tarifa del 0 % de IVA tanto a libros en formato físico como electrónico, así como su material complementario. (I)

Fuente: El Universo

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