PSC y UNES asumieron el control para procesar a Llori, entre alarmas y pugnas

La Comisión que investigará a la presidenta de la AsambleaGuadalupe Llori (PK), se instaló entre amenaza de bombas, policías que impedían el paso a los asambleístas, sonido de alarmas y las primeras pugnas por el control de esta instancia.

Su primera sesión se dio este jueves 28 de abril de 2022, y terminó con la elección del socialcristiano Pedro Zapata, como presidente, y de Pamela Aguirre, del correísmo, como vicepresidenta.

Además de Zapata y Aguirre integran esta instancia Peter Calo, asambleísta de los denominados rebeldes de Pachakutik, el independiente Jhon Vinueza, y Lucía Placencia, de la Izquierda Democrática (ID), aunque su bancada la desautorizó.

La elección de Zapata se dio por unanimidad. Pero Vinueza y Placencia cuestionaron la designación de Aguirre, pues argumentaron que no se trata de una comisión permanente, sino de una instancia especial que solo debía contar con un presidente.

Vinueza votó en contra, intentó que se cambiara el orden del día y no lo logró. Señaló que esto compromete la independencia de la comisión, pues el PSC y Unes buscan desde hace dos meses que Llori sea removida.

Placencia también se unió a las críticas, aunque al final votó a favor; intentó rectificar, pero no pudo y tampoco se puso de pie al momento de que Aguirre tomó juramento, como los demás.

El procedimiento que debía tomar pocos minutos se extendió por más de una hora, entre votaciones, rectificaciones, reconsideraciones y lecturas distintas de la Ley Legislativa. Las bancadas de Unes y el PSC coparon la sala con sus líderes, Esteban Torres, y Marcela Holguín, a la cabeza.

Incidentes y amenaza de bomba

La asambleísta Placencia fue la última en incorporarse. Tuvo que lidear con los policías que le impedían usar los ascensores, mientras equipos antiexplosivos recorrían las instalaciones. “Es una vergüenza. Quieren que la comisión no sesione”, enfatizó.

La sesión fue en el sexto piso del Palacio Legislativo, las alarmas no paraban de sonar. Llori canceló la sesión del Pleno y la orden fue desalojar las instalaciones. “Así reviente el Guagua Pichincha vamos a sesionar”, dijo Mario Ruiz (PK).

La supuesta amenaza de bomba se dio una hora antes de que se instalara la comisión de esta comisión. Pero nadie se tomó en serio esa alerta, al punto de que muchos se resistían a salir. Tampoco las rutas de evacuación no estaban claras; llegaron equipos élite de la Policía y no hallaron ningún equipo que signifique un riesgo.

 

Fuente: El Comercio

Compartir esta noticia

Facebook
Twitter
Scroll al inicio