“El Parlamento continuará promoviendo la reflexión articulada entre sociedad civil y academia, en búsqueda de alternativas a la crisis multifacética a la que los últimos tres gobiernos nos han conducido”, señaló Viviana Veloz, presidenta de la Asamblea Nacional, al iniciar el segundo Foro Ecuador Resiliente.

Con la participación de cinco expertos en la materia, más de 250 estudiantes universitarios de la capital conocieron cómo, desde la voluntad política y las acciones colectivas, es posible generar un cambio significativo sobre las problemáticas migratoria y económica por las que atraviesa el país.

Apreciaciones sobre la crisis migratoria

El economista Alonso Marín analizó esta realidad como un fenómeno dinámico que afecta directamente a la sociedad. “A partir del 2019, Ecuador vive una nueva ola migratoria irregular que, en los últimos nueve meses, ha llevado a 48 mil ecuatorianos a atravesar la Selva del Darién”, dijo.

Detalló que las y los ecuatorianos son el segundo grupo migratorio de la región, solo por detrás de Venezuela, debido a la incapacidad estatal para evitar incrementos significativos en el desempleo, el poder del narcotráfico y el control de las economías criminales.

De su lado, María Landázuri, experta en movilidad humana, hizo énfasis en el impacto social causado por la migración de niñas, niños y adolescentes (NNA). “1 de cada 5 migrantes irregulares pertenecen a este grupo y en su trayecto enfrentan violencia física, sexual, trata y reclutamiento forzoso”, sostuvo.

Para la invitada, los desplazamientos forzados responden, entre otras razones, a que no se han encontrado mecanismos para que cerca de 400 mil NNA salgan del rezago educativo y 350 mil enfrenten la imposibilidad de ingresar al sistema de educación.

Apreciaciones sobre la crisis económica

Al analizar las pérdidas, de hasta 4 mil millones de dólares en el sector productivo y comercial a causa de los apagones, el economista Gonzalo Criollo propuso la transición urbana hacia los “Distritos de Innovación”. Según el experto, el modelo promueve la confluencia de entidades públicas, privadas, sector industrial, académico, entre otros, para generar una agenda común que decrezca la brechas sociales y económicas.

Por su parte, el economista Andrés Chiriboga puso énfasis en el debilitamiento nacional a causa de la deuda con entidades como el FMI. “Cuando no existen recursos para salud, educación o generación eléctrica, pero se prioriza el pago de deuda, las instituciones democráticas entran en crisis”, subrayó.

“A los tenedores de deuda les disgustan las decisiones soberanas de los países endeudados y la acción colectiva de la región. La deuda implica una pérdida de la soberanía y la imposibilidad de tomar sus propias decisiones en política económica”, concluyó.

Fuente: Asamblea

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