Aunque en la última campaña electoral repitió en más de una ocasión que “no era el candidato del Gobierno”, a pesar de que el movimiento CREO lo auspiciaba en una alianza, la tarde de este viernes Paúl Carrasco Carpio fue posesionado como el nuevo gobernador del Azuay, una designación directa del presidente de la República.
Carrasco es un político ampliamente conocido en Azuay por sus participaciones electorales. Ha sido una vez consejero y tres ocasiones prefecto provincial, auspiciado por diferentes tiendas políticas de ideologías totalmente diferentes como Alianza PAIS (correísmo) hasta CREO, pasando por sus propios movimientos políticos como RETO y Participa Democracia radical.
Tras su salida de la Prefectura, Carrasco se ha presentado a tres elecciones seccionales y en todas ha perdido.
En 2019 quiso ser alcalde de Cuenca, pero quedó en cuarto lugar con el 14,56 % de la votación. En 2021 se postuló para presidente de la República, pero quedó en último lugar con el 0,21 de los votos válidos y en 2023 se volvió a presentar para la Alcaldía y volvió a quedar en cuarto puesto con una aceptación del 16,77 % del padrón electoral.
Uno de los principales retos de Carrasco al frente de la Gobernación del Azuay es la inseguridad que padece la provincia.
En 2019 quiso ser alcalde de Cuenca, pero quedó en cuarto lugar con el 14,56 % de la votación. En 2021 se postuló para presidente de la República, pero quedó en último lugar con el 0,21 de los votos válidos y en 2023 se volvió a presentar para la Alcaldía y volvió a quedar en cuarto puesto con una aceptación del 16,77 % del padrón electoral.
Uno de los principales retos de Carrasco al frente de la Gobernación del Azuay es la inseguridad que padece la provincia.
Por eso acordaron con la Fiscalía realizar labor comunitaria en la zona donde se utilizaron los bienes públicos. (I)
Fuente El Universo