JERUSALÉN.- El parlamento de Israel comenzó una votación final sobre el presupuesto estatal el martes por la noche, otorgando un indulto político al primer ministro Benjamin Netanyahu, cuyo gobierno de coalición de extrema derecha se ha visto afectado por meses de protestas.
Ante las demandas de financiación de última hora de algunos de sus aliados religiosos y de extrema derecha cuando su gobierno se acercaba a la fecha límite del 29 de mayo, Netanyahu expresó su confianza en que el presupuesto se aprobaría en declaraciones que pronunció poco antes de que comenzara la votación.
“Estamos aprobando un presupuesto responsable, un presupuesto que permanece dentro del marco, un presupuesto que también recibe elogios de las agencias de calificación crediticia”, dijo Netanyahu, flanqueado por sus socios de coalición.
El gobierno enfrenta presiones económicas con el aumento del costo de vida y las consecuencias de su reforma judicial ahora suspendida , que desencadenó una de las peores crisis políticas de Israel , alejó la inversión y redujo las perspectivas de crecimiento.
El paquete de gastos de dos años planteó otra prueba para la coalición religioso-nacionalista, generando críticas de la propia división de presupuesto del gobierno por aumentar los fondos para las escuelas judías ultraortodoxas y los estudiantes de seminario en una serie de medidas que, según advirtió, fomentarían el desempleo y dañarían el crecimiento.
El líder de la oposición, Yair Lapid, dijo que el presupuesto era el más destructivo en la historia de Israel.
“Así es como se ve el suicidio económico: un país exitoso, sofisticado y educado que acaba con su propio futuro, con los ojos bien abiertos”, dijo en una conferencia de estrategia de la Universidad Reichman cerca de Tel Aviv cuando comenzó el debate en la Knesset el martes.
Otros en la oposición estaban igualmente indignados por los cientos de millones de shekels destinados a los asentamientos judíos en Cisjordania ocupada, que los palestinos quieren como el núcleo de un futuro estado. Los críticos dijeron que ese gasto se produce a expensas de los intereses israelíes más amplios.
Bajo presión en el país y en el extranjero, Netanyahu suspendió un plan para reformar el poder judicial para tratar de negociar un acuerdo con la oposición en conversaciones que hasta ahora han sido infructuosas.
La coalición gobernante dice que los cambios propuestos, que le darían más influencia en la selección de jueces, restaurarían el equilibrio entre las ramas del gobierno. Los críticos temen que Netanyahu, que está siendo juzgado por cargos de corrupción que él niega, planee utilizar las reformas para frenar la independencia de los tribunales.
Horas antes de la votación del Knesset del lunes, varios miles de personas protestaron frente al parlamento contra el presupuesto, ondeando banderas israelíes, cantando y tocando bocinas.
“Estoy aquí hoy para protestar contra un grupo de personas que secuestraron el Estado de Israel”, dijo Amos Nadai, de 75 años, empleado jubilado del Ministerio de Relaciones Exteriores. “Es un presupuesto para ellos, para sus compinches y será un desastre para el estado”.
Fuente: reuters.com