El canciller alemán, Olaf Scholz, acordó con los socialdemócratas y con la oposición (CDU) celebrar las elecciones anticipadas en febrero. Según informó Reuters, citando fuentes próximas a ambos partidos, estos comicios se convocarían más tarde de lo que habrían propuesto inicialmente los democristianos y antes de lo que preveía el canciller socialdemócrata.

En un principio, la idea era que los comicios federales fueres el 28 de septiembre. Aunque es cierto que la decisión última la tiene que tomar el presidente federal, Frank-Walter Steinmeier. Pero antes, Olaf Scholz se deberá enfrentar a una moción de confianza ante el Bundestag. El canciller querría presentarla a mediados del mes de enero, pero finalmente el líder del grupo parlamentario de los socialdemócratas, Rolf Mützenich, confirmó en rueda de prensa que el canciller presentará el escrito el 11 de diciembre y, posteriormente, el 16 de ese mismo mes se debatirá la moción de confianza en la Cámara Baja.

En el caso de que la moción de confianza salga adelante y Shcolz la pierda, podrá pedir al presidente que disuelva el Parlamento y las elecciones deberían celebrarse, entonces, en un plazo de 60 días.

La locomotora de Europa está sumida en una enorme incertidumbre política después de que la semana pasada Scholz cesase a su ministro de Finanzas, Christian Lindner (Partido Democráctico Libre), lo que supuso el estallido por los aires de la coalición semáforo. El detonante fue un préstamo de dinero para incrementar el apoyo militar a Ucrania.

A eso se suma que la economía alemana está muy tocada. Con una industria muy poco competitiva que está propiciando un crecimiento prácticamente nulo del país. El sector secundario germano se ha quedado atrás debido a los altos costes de la energía, una débil demanda global y la creciente competencia de China. El modelo económico e industrial basado en la exportación de Alemania está prácticamente quebrado y la reciente victoria de Donald Trump arrojan todavía más leña al fuego, ya que plantea imponer aranceles del 10% a los productos procedentes de Europa.

La semana pasada, el dato sobre la producción manufacturera de septiembre que sorprendió para mal. Las cifras publicadas por Destatis hablan de que cayó un 4,6% interanual y un 2,5% con respecto al mes anterior.

Por otro lado, el avance del PIB en el tercer trimestre fue del 0,2%, probablemente aupada por el buen comportamiento del sector servicios, pero estos datos en la industria podrían provocar una revisión a la baja, según los expertos.

Tal y como informa Reuters, citando a fuentes internas de los partidos, los Verdes (miembros de la coalición) y los Liberales (FDP), hasta ahora también miembros de la coalición de Gobierno, estarían de acuerdo en celebrar los comicios a mediados de febrero. Por su parte, el líder de la CDU, Friedrich Merz, cambió de opinión sobre la convocatoria de elecciones a mediados de enero en reuniones internas del partido.

Los sondeos dan como favorito para la cancillería al propio Merz, seguramente por eso querría convocar las elecciones cuanto antes, para no dar margen a los socialdemócratas de hacer mucha campaña. De hecho, el pasado domingo aseguró que estaba confiado y que podría ganar los comicios.

Aún así, Scholz quiere irse del cargo habiendo aprobado varios proyectos de ley en el Parlamento antes de que lleguen las nuevas elecciones pero, sin tener ya la mayoría de la coalición, tendría que solicitar el apoyo de la CDU.

Es posible que la CDU, después de haber llegado a este acuerdo electoral, apoye las propuestas legislativas del actual canciller, sobre todo el plan de Scholz para proteger al Tribunal Constitucional de la posible influencia de la ultraderecha AfD en el futuro.

Fuente: Revista El Economista

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