La polémica de Ronaldo y Puente ha tapado el descenso deportivo del Real Valladolid el pasado domingo, pero el elefante sigue en la habitación. O dicho de otra manera, el análisis deportivo hay que hacerlo igual. Es verdad que la garantía del máximo accionista de que Fran Sánchez y Pezzolano seguirán en sus puestos reduce la incertidumbre, pero también es verdad que pone de relieve el hecho de que no ha existido ningún tipo de autocrítica, ni asunción de responsabilidades
Fran Sánchez ha fracasado en su segunda temporada al frente de la dirección deportiva del Real Valladolid tras el descenso. No hay duda. Como máximo responsable deportivo fue el encargado de hacer una plantilla que no ha dado la talla.
Porque se puede resumir la temporada como Ronaldo (nos hemos quedado a un gol de la permanencia, dijo) o se puede analizar que el Real Valladolid ha perdido 20 partidos de 38, ha encajado 63 goles y ha marcado 33, números que hacían que la salvación fuera un milagro.
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Ninguno de los seis fichajes del mercado de verano salieron bien… De hecho, la mitad abandonaron el club en invierno: Feddal, Narváez y Malsa, mientras que el resto de los fichados al principio, salvo tramos de la temporada de Escudero, han tenido un rendimiento decepcionante: Kenedy y Asenjo.
Además, el club ejerció la opción de compra sobre Monchu, Plata e Iván Sánchez con un rendimiento aceptable del primero y decepcionante de los otros dos, pese a los escasos destellos del ecuatoriano. Esto llevó a que en la primera parte de la temporada los blanquivioletas jugaron con la plantilla que ascendió la campaña anterior, siendo una de las razones para que se produjera el descenso.
Mejoró la plantilla, eso sí, en el mercado de invierno. En enero llegaron a Valladolid Amallah, Larin, Machis, Hongla y se quedó en el candelero Jovane Cabral, a quien se anunció, pero cuyo fichaje no fue validado por la UEFA al haber entrado tarde. De los cuatro firmados en 2023 Larin, cedido con opción de compra, fue un gran acierto. (D)