Javier Milei está llevando a cabo una auténtica revolución en las finanzas públicas de Argentina. El mandatario dio hace escasos días una lección en un discurso basado en cómo lograr el equilibrio fiscal de las cuentas. El discurso, sustentado en la teoría económica, tiene ahora su demostración en la práctica con el octavo superávit consecutivo que ha logrado Argentina.El ‘ancla fiscal’ establecido por el Gobierno de Milei está siendo la baza más importante para recuperar la confianza de los mercados, estabilizar el peso, vencer a la inflación y devolver a Argentina a la senda del crecimiento sano y sostenible (sin desequilibrios ni impresión de moneda).

Pocos días antes de confirmarse este superávit, Javier Milei dio un discurso en el que presentó las claves que están permitiendo a Argentina recuperar la confianza del exterior y equilibrar las cuentas. Desde 2010 no se conseguía en el país una cadena de superávits mensuales tan prolongada. El discurso del presidente Javier Milei se produjo en el Congreso este domingo para presentar el Presupuesto 2025.

Milei explicó que “lo primero que hay que entender es que cuando los gobiernos quieren gastar, y gastar compulsivamente, y no les da el margen para seguir subiendo impuestos, como ocurre en Argentina, la única forma de pagar la cuenta es pidiendo plata prestada o imprimiéndola en el Banco Central. Recordemos brevemente lo que ha sido la metodología histórica de nuestra clase dirigente, como los políticos no entienden la restricción presupuestaria y no quieren dejar de gastar generan déficit, para cubrir ese déficit lo primero que hacen es tomar deuda, pero como no hacen el ajuste necesario, la deuda se vuelve impagable y entonces defaultean. Así, nos convertimos en el mayor defaulteador (el país que más veces ha impagado su deuda) serial del mundo, pero el default no es inocuo, caer en default lo que produce es la ya famosa en Argentina fuga de capitales“.

La lección de Milei para controlar el déficit

Argentina ha presentado déficit fiscal (gasta más de lo que ingresa) en 113 de los últimos 123 años. Milei explicó durante su discurso que “esos diez años que no tuvimos déficit fue porque ya había saltado todo por los aires y estábamos en default. Quiere decir que prácticamente el 100% de nuestra historia moderna los gobiernos incumplieron esta verdad básica de la economía y le pasaron la factura al común de los argentinos una y otra vez. También quiere decir que este será el primer año de superávit fiscal sin entrar en default de toda la historia argentina“.

Por ello, Javier Milei está cambiando la forma de actuar de su Gobierno y de como lo hacen la gran mayoría. Normalmente, cuando se acuerdan unos presupuestos, los políticos suelen establecer un techo de gasto o un nivel de gasto para después ver cómo consiguen ingresar todo lo necesario para intentar cubrirlo. Lo normal es que esta partida de gasto ya venga con un déficit público intrínseco de nacimiento. Milei ha asegurado que van a actuar al revés, precisamente, primero van a calcular cuánto ingresa Argentina y después verán cuánto puede gastar, siempre partiendo del superávit o como mínimo del equilibrio fiscal.

Por otro lado, el político libertario dejó claro que a medida que vaya avanzando el año, si la recaudación fiscal no es suficiente o queda por debajo de lo vaticinado en un principio y las cuentas comienzan a coquetear con el déficit, no habrá otro remedio más que recortar el gasto público hasta asegurar una vez más el equilibrio de las cuentas públicas.

Si hay más dinero… será para reducir deuda

Por último, si ocurre todo lo contrario y la recaudación fiscal es mejor a la pronosticada, ese dinero se utilizará para amortizar deuda o para reducir la oferta monetaria; si se trata de un incremento estructural de los ingresos públicos, se bajarán impuestos: “Mirando ahora los ingresos, cuando el aumento en la recaudación es transitorio, el Estado podrá ahorrar, absorbiendo pesos o para cancelar deuda, lo cual implicará la destrucción de pesos y, por ende, la revalorización del peso o la cancelación de deuda. Y si el crecimiento económico es permanente y, en consecuencia, el aumento de los ingresos es estructural, el Estado va a poder devolverle a la sociedad esa mayor recaudación en reducción de impuestos, tal como nos hemos comprometido”, sentencia el presidente de Argentina.

La receta funciona: ya van ocho superávits

Con todo, Argentina logró este mes de agosto pasado encadenar ocho meses consecutivos con superávit fiscal primario y recuperar el saldo positivo en el resultado financiero, gracias al severo plan de ajuste puesto en marcha por el presidente Javier Milei. El país registró en agosto un superávit fiscal primario por 899.660 millones de pesos (914,7 millones de dólares), frente a un resultado negativo en igual mes de 2023 por 36.964 millones de pesos, informaron este jueves fuentes oficiales.

En tanto, el resultado financiero (incluye el pago de servicios de deuda) fue en agosto positivo por 3.531 millones de pesos, frente a un déficit en igual mes del año pasado por 384.505 millones de pesos y mostrando una recuperación tras haber cerrado julio pasado con un déficit de 600.957 millones de pesos. “Con este resultado, el Ministerio de Economía continúa reforzando el compromiso con el orden fiscal, consolidando el equilibrio financiero y, de esta manera, eliminando las necesidades de financiación que hasta el año pasado se cubrían principalmente con emisión monetaria”, señalaron fuentes oficiales.

En los ocho primeros meses del año, Argentina logró acumular un superávit primario de 8,7 billones de pesos, frente a un déficit en igual período de 2023 de 2,2 billones de pesos. El superávit financiero acumulado en los primeros ocho meses del año asciende a 1,9 billones de pesos, frente a un saldo negativo en igual lapso de 2023 de 4,3 billones de pesos. En los primeros ocho meses del año, el sector público nacional acumula un superávit primario equivalente al 1,5 % del PIB y un superávit financiero del 0,4 % del PIB, según fuentes oficiales. “Desde 2010 no se acumulaba un superávit financiero en los primeros ocho meses del año”, destacaron fuentes del Ministerio de Economía.

El cambio de tendencia observado este año obedece al severo plan de ajuste fiscal puesto en marcha por Milei tras su llegada al Gobierno en diciembre pasado. En lo que va del año, el gasto primario acumuló una reducción del 30% en términos reales, según el informe. El problema es que este plan de ajuste ha propiciado una recesión de que Argentina acaba de comenzar a recuperarse.

Las mayores bajadas se dieron en los gastos de capital (-81%.) y las transferencias corrientes a las provincias (-70%), mientras que los subsidios económicos se redujeron un 36%. De acuerdo a las proyecciones del Gobierno contenidas en el proyecto de Presupuesto 2025, Argentina cerraría 2024 con un superávit primario equivalente al 1,5% del PIB y el próximo año lograría un saldo positivo equivalente al 1,3% del PIB.

Fuente: Revista El Economista

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