La lectura del testamento de la renombrada actriz mexicana Silvia Pinal, ocurrida el 17 de diciembre en la residencia de su albacea María Elena Galindo, se convirtió en un evento marcado por la tensión y las disputas familiares. Más que una simple formalidad legal, reveló las complejas dinámicas entre los miembros de la familia, quienes asistieron con expectativas y, desafortunadamente, también con rencores latentes.
Entre los asistentes se encontraban los tres hijos de Silvia Pinal: Alejandra Guzmán, Luis Enrique y Sylvia Pasquel, así como sus nietas Stephanie Salas, Schersa Guzmán, Giordana Guzmán, y sus bisnietas Michelle Salas y Camila Valero. Además, también fue Efigenia Ramos, asistente de Silvia durante más de treinta años, quien también fue parte de las disputas que surgieron durante la lectura.
De acuerdo con el periodista mexicano Gustavo Adolfo Infante, uno de los momentos más conflictivos fue el enfrentamiento entre Michelle Salas y su tío Luis Enrique Guzmán. La hija de Stephanie acusó a su tío de haber sustraído joyas y piezas de arte valiosas que pertenecieron a su abuela.
Por otro lado, se reportó que Alejandra y Sylvia expresaron su desacuerdo respecto a la inclusión de Efigenia en el testamento, lo que añade una capa más a las disputas entre los parientes. La inclusión de Ramos, una figura que ha sido parte importante de la vida y carrera de Pinal, conmocionó a algunos miembros de la familia, sugiriendo que las decisiones relacionadas con la herencia pueden ser interpretadas de diferentes maneras.
“Alejandra no la quiere indemnizar y Sylvia Pasquel tampoco, ayer se puso el asunto tremendo y le gritaron a Efigenia durante la lectura del testamento que no le iban a dar nada”, dijo el periodista.
Pese al distanciamiento previo entre Frida Sofía, hija de Alejandra Guzmán, y su familia, ella está incluida en el testamento de Pinal. Además, ella recibirá un porcentaje equivalente al que recibirán los otros herederos, incluidos activos significativos como un edificio y propiedades en Acapulco.
Hasta el momento, la familia Pinal no ha ofrecido declaraciones sobre la lectura del testamento ni sobre los conflictos que se desataron a partir de ella. Este silencio podría interpretarse de diversas maneras; quizás como un intento de proteger la intimidad familiar o como un signo de que las tensiones aún están frescas y no han encontrado un espacio de resolución.
Fuente: eldiariony.com