Medicina de precisión y biomarcadores aparecen como grandes aliados contra el cáncer; el desafío es mayor acceso a tratamientos

Un biomarcador es una molécula biológica que se encuentra en la sangre, otros líquidos u otros tejidos del cuerpo, y cuya presencia es signo de un proceso normal o anormal, de una afección o de una enfermedad. Se emplea para detectar con certeza determinados procesos corporales o patologías. Por ello, debe cumplir una serie de características: deben ser medibles objetivamente, ser específicos y ser sensibles.

Los bioindicadores pueden servir para obtener información sobre el riesgo de padecer una determinada enfermedad, o indicar de qué modo va a evolucionar el paciente (biomarcadores predictivos). Son herramientas diagnósticas que proporcionan certeza sobre la patología de un paciente o que permiten evaluar la respuesta a un determinado tratamiento.

Estos componentes son utilizados en la llamada medicina de precisión o personalizada. Y son de especial interés para tratamientos y diagnósticos tempranos de los diferentes tipos de cáncer. La importancia de comenzar a implementar esta tecnología en los sistemas de salud de Latinoamérica se analizó en el seminario El Futuro de la Ciencia, realizado en Mendoza, Argentina, en octubre pasado, organizado por la farmacéutica Pfizer.

Fuente El Universo

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