El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se dirigió este jueves a la nación y aseguró que descarta dimitir y que nombrará a un nuevo primer ministro “en los próximos días” y que se encargará de “elaborar un presupuesto para el año 2025 “como tarea principal”.

Tal y como se venía anunciando, el jefe del Estado reiteró que ejercerá “plenamente” su mandato hasta el año 2027 y afea a la oposición su “cinismo” y el querer transmitir una “sensación de caos”. Reiteró que “la extrema derecha y la extrema izquierda se unieron en un frente antirrepublicano” cuyo único objetivo está en las elecciones presidenciales de 2027.

Finalmente, el presidente de la República se decantó por el escenario de aprobar una Ley Financiera Especial que le permitirá seguir recaudando impuestos y hacer frente “a nuestras obligaciones” durante las próximas semanas.

Desde Agrupación Nacional, partido de ultraderecha liderado por Marine Le Pen, aseguraron que sí que apoyarían una ley especial que permita al Estado seguir adelante.

“Los servicios públicos están garantizados y las empresas podrán seguir trabajando”, aseguró Macron en su intervención televisiva.

Además, reitera que esta Ley “permitirá al país invertir como estaba previsto en nuestros ejércitos, nuestra justicia, nuestra aplicación de la ley, pero también para ayudar a los agricultores en dificultades o apoyar a Nueva Caledonia”.

Según explicó el presidente, esta Ley especial “permitirá aplicar las decisiones de 2024 en 2025”.

En un tono muy serio y con intención de transmitir tranquilidad a la población, el inquilino del Elíseo reiteró que “me niego a permitir que los franceses paguen la factura de esta moción de censura”.

Al inicio de su discurso quiso agradecer a Michel Barnier sus seis meses como primer ministro. “Quiero agradecer a Michel Barnier su dedicación y pujanza y quiero insistir en su sentido de la responsabilidad”, aseveró el presidente.

Asimismo, mencionó el hecho histórico de un gobierno caído por una moción de censura. “Algo que no se había visto en 60 años”, dijo.

La próxima persona que encabece un gobierno en Francia será un primer ministro encargado de formar “un gobierno de interés general, que represente a todas las fuerzas políticas de un arco de gobierno que puedan participar en él o al menos a no censurarlo”.

Según informó elEconomista.es, los nombres que retumban en las paredes del palacio del Elíseo (residencia presidencial en Francia) son el del ya exministro de Fuerzas Armadas, Sébastien Lecornu, y también el del presidente del Movimiento Democrático (MoDem), François Bayrou.

Esta situación es totalmente insólita en Francia. Al otro lado de los Pirineos se abre un período de incertidumbre política y financiera sin precedentes que mantiene pendiente también al resto de países de la Unión Europea atentos a lo que pueda pasar.

El mayor problema es que la Asamblea Nacional debe aprobar algún tipo de Presupuestos antes de final de año. Si no se puede aprobar un proyecto completo que cumpla con las exigencias de Bruselas, al menos debería aprobarse una prórroga de los actuales, algo que no puede hacerse de forma automática como en España. Por tanto, ahora queda ver cuándo y cómo saldrá el nuevo nombre.

Fuente: Revista El Economista

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