Desde que Luis Miguel llegó a Argentina ha preferido descansar y pasar tiempo en el hotel con su actual pareja, Paloma Cuevas, horas antes de arrancar su gira mundial hoy por la noche.
El cantante había reservado el martes en el restaurante de moda Don Julio, del barrio de Palermo, para ir a cenar. Pero de último momento decidió pedir comida al lugar donde se hospeda.
Su decisión desairó a sus seguidores, que prácticamente han acampado afuera del hotel Faena, donde duerme “El Sol”.
La que sí salió un momento en la noche fue Paloma, quien regresó más tarde a descansar escoltada por miembros de seguridad del artista.
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Afuera del inmueble la fiesta continuó hasta altas horas, mientras Luis Miguel cenaba en su habitación.
En entrevista con Alan Faena, amigo del cantante y dueño del hotel donde se hospeda, comentó que se encontraba feliz de que estuviera en Argentina: “Es un orgullo, un placer tener a Luis acá en casa”.
Ayer, más admiradoras nutrieron el contingente de seguidoras que hacen guardia para ver a su ídolo, entre ellas dos mexicanas: Gaby y Natalia, procedentes de la Ciudad de México, llegaron al lugar con una bandera del País.
No fue hasta las 15:00 horas que Luis Miguel salió ayer escoltado por la policía motorizada y varias camionetas. Su destino fue la Movistar Arena, donde a partir de hoy ofrecerá 10 conciertos.
El intérprete estuvo casi cinco horas ensayando con sus músicos. Se sabe, por el momento, que el Mariachi Vargas, que arribó a principios de esta semana a Argentina, lo acompañará en las 66 fechas que comprende su gira.
Las bromas y buen ambiente se dejaron ver entre la estrella y los músicos ya que es un reencuentro después de varios años.
El intérprete de “La Incondicional” incluirá un repertorio con géneros como el mariachi y el bolero. Al parecer, el espectáculo lo cerrará con un popurrí con éxitos de los 80 y 90.
Trascendió que el cantante estrenará algunos músicos que se incorporaron a este gira y quienes estarán bajo el mando de Kiko Cibrián.