Ocho violines cargados de historia resonaron con la Orquesta Filarmónica Municipal de Guayaquil, en el Teatro Centro de Arte, transportando al público durante dos horas a un viaje emocional a través de la música y la memoria.
El concierto Violines de la Esperanza tuvo como protagonistas a instrumentos rescatados del Holocausto Judío durante la II Guerra Mundial, donde la música ofreció un escape emocional al pueblo hebreo en medio del sufrimiento. Forman parte de una colección privada perteneciente a la familia de Amnon Weinstein y fueron trasladados al país gracias a la gestión del Municipio de Guayaquil.
“Por ejemplo, el violín que estoy tocando se llama el Auschwitz, porque fue tocado por un violinista en la orquesta de hombres de ese campo de concentración. Entonces tiene una carga energética muy muy fuerte, especialmente para mí como músico, como violinista”, señaló Jorge Saade, titular de la Dirección Filarmónica y Educación Artística del Municipio de Guayaquil.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue precisamente cuando Saade interpretó la aclamada banda sonora de la película La Lista de Schindler, compuesta por John Williams, en tres conmovedoras piezas: Tema, Jewish y Remembranzas.
El evento, al que asistieron más de 700 personas, contó también con la destacada participación de Sevil Ulucan Weinstein, una de las principales violistas de Turquía de su generación, quien interpretó magistralmente la pieza “Meditación” de la ópera “Thais”, entre otras composiciones que transportaron a los asistentes a momentos de profunda reflexión.
Este concierto rindió un sentido homenaje a Johnny Czarninski, reconocido empresario ecuatoriano de origen judío, quien falleció recientemente. Su viuda, Nilly Shefi, estuvo presente en el evento y aseguró que “él no era de que le hagan muchos homenajes”, pero cree que este lo hubiera aceptado “porque el Holocausto es un tema que a Johnny toda la vida lo movió muchísimo. No se puede olvidar que hubo holocausto, no se puede olvidar el sufrimiento de lo que pasó”, mencionó.
Ecuador se ha convertido en el segundo país de Sudamérica, después de Argentina, en recibir estos instrumentos cargados de historia y significado. “Este concierto se lo ha hecho con la Orquesta Filarmónica de Berlín, con la Orquesta Sinfónica de Chicago, han tocado violinistas de la talla de Shlomo Mintz. Entonces, poder traer a Guayaquil eventos de este nivel pone a la ciudad en otra posición a nivel mundial, en lo que se refiere a cultura y en lo que se refiere a la música”, concluyó Saade.
De esta manera, la actual administración municipal busca enriquecer la cultura y el arte con el fin de fortalecer el tejido social y convertir a Guayaquil en una Ciudad de Todos.