El sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha, ha asegurado que casi la mitad de los contribuyentes no tendrían que pagar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones incluso con la eliminación de las bonificaciones que actualmente conceden las comunidades autónomas a este tributo, que beneficia a “una minoría de hogares con mayor riqueza”.
De acuerdo con los datos de Gestha basados en las estadísticas del Banco de España, la mitad de los hogares españoles con cabeza de familia de entre 65 y 74 años tiene menos de la riqueza mediana, 225.800 euros. Unas cifras inferiores cuando el cabeza de familia tiene 75 años o más, en cuyo caso la riqueza desciende a los 221.400 euros.
Esto quiere decir que los hijos herederos apenas pagarían impuestos, dado que la herencia se repartiría entre ellos. Los técnicos de Hacienda inciden en que las reducciones de la base imponible del tributo, así como las bonificaciones del 99% decretadas por muchas comunidades autónomas (encargadas de gestionar este impuesto) “no tendrían ningún efecto sobre esas familias“.
Gestha apuesta por la armonización del impuesto para evitar que, debido a la cesión estatal del mismo, se provoquen situaciones de beneficio para herencias millonarias. Con eso, explica el sindicato, se contribuiría a reducir la desigualdad, mejorar la igualdad de oportunidades y reforzar las finanzas públicas de las comunidades autónomas.
El modelo de financiación autonómica
Desde el sindicato se ha apuntado también la necesidad de que en 2025 el Gobierno y las comunidades acuerden de forma definitiva el nuevo modelo de financiación autonómica, algo que debería incluir un amplio abanico de medidas entre las que estarían incluidas las diferentes medidas de armonización de los impuestos estatales cedidos a esas comunidades.
En una nota de prensa, los técnicos de Gestha han aseverado que “impuestos como Sucesiones y Patrimonio se encuentran cedidos a las regiones de régimen común y, algunas de ellas mantienen desde hace tiempo una indeseada competencia fiscal que aumenta la desigualdad tributaria entre los hogares y reduce la recaudación de estos impuestos cedidos”.
FUENTE EL ECONOMISTA