La Final que el París Saint-Germain le ganó al Inter de Milan en el Allianz Arena de Múnich este sábado 31 de mayo marcó la historia de la UEFA Champions League. Es que además de ser la primera consagración del elenco parisino en la competencia en toda su historia, el marcador de 5 a 0 a favor de los de Luis Enrique quedó registrado como el de mayor diferencia entre los finalistas desde la primera edición en 1955/1956.
Los que establecieron este nuevo récord en la Liga de Campeones de Europa son: Desiré Doué (condecorado como el Mejor Jugador de la Final de Múnich al convertir dos goles y asentar una asistencia), Achraf Hakimi, Khvicha Kvaratskhelia y Senny Mayulu, en definitiva los autores de los goles del PSG comandado por Luis Enrique.
Las otras cuatro finales de Champions League con mayor diferencia en el resultado
Real Madrid 7 – 3 Eintracht Frankfurt (1960)
El Real Madrid, en el Hampden Park de la ciudad de Glasgow, sigue siendo el partido con más goles en la historia de las finales. Con un deslumbrante actuación de Alfredo Di Stéfano y Ferenc Puskás, quienes anotaron tres y cuatro goles, respectivamente, el equipo blanco consiguió su quinta Copa de Europa consecutiva.
Bayern Múnich 4 – 0 Atlético de Madrid (1974)
Este duelo tuvo una particularidad: fue en un partido de desempate. Tras un primer encuentro que finalizó 1-1, el Bayern Múnich no dio opción al Atlético de Madrid en la repetición, imponiéndose con un rotundo 4-0 en Heysel, Bruselas. Esta victoria significó la primera Copa de Europa (así se llamaba a la Champions por aquel entonces) para el gigante bávaro.
Milan 4 – 0 Steaua Bucarest (1989)
El Milan de Arrigo Sacchi, con Marco van Basten, Ruud Gullit y Frank Rijkaard como principales figuras, protagonizó una de las finales más memorables por el notorio dominio de un equipo sobre otro en una instancia decisiva. En el Camp Nou de Barcelona, el equipo rossonero arrolló al Steaua Bucarest con un contundente 4-0, ganando así la tercera Copa de Europa.
AC Milan 4 – 0 Barcelona (1994)
Cinco años después de su goleada al Steaua, el Milan volvió a ser protagonista de una final con un marcador idéntico, pero esta vez ante un rival de la talla del Barcelona de Johan Cruyff. En Atenas, bajo la dirección de Fabio Capello, el equipo italiano fue demasiado contundente para el Culé. Fue la cuarta vuelta olímpico del Rossonero en el certamen. (D)