Recta final para elegir al próximo inquilino de la Casa Blanca y los programas económicos de Donald Trump (Partido Republicano) como el de Kamala Harris (Partido Demócrata) han pasado muy de puntillas por la campaña. Esto se debe a que ambos proyectos atisban un empeoramiento de las cuentas públicas del país pero, según el panel del Modelo Presupuestario de la Escuela de Negocios Penn Wharton, de la Universidad de Pennsylvania, el programa económico de Dondald Trump elevaría el déficit fiscal primario (que incluye los pagos de la deuda) hasta los 5,8 billones de dólares (5,3 billones de euros) en una década.

El déficit de Estados Unidos cerró 2023 en el 7,1% del PIB y las previsiones apuntan a que en este ejercicio crecerá hasta el 7,6%. De hecho, el Fondo Monetario Internacional alertó recientemente del problema de la deuda que atraviesa el mundo. Algo a lo que EEUU no es nada ajeno, aunque en campaña ni se haya mencionado.

“El déficit fiscal de Estados Unidos solo se verá recortado de manera marginal e y se mantendrá en alrededor del 6,1% en 2029, y aproximadamente la mitad de este déficit reflejará los gastos por tasas de interés. Con las políticas actuales, la deuda pública de Estados Unidos no se estabilizará y alcanzará casi el 134% del PIB en 2029″, avanzó el organismo.

El plan económico de Trump propone otra segunda ola de bajadas de impuestos, además de una extensión permanente de la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos de 2017 (TCJA, por sus siglas en inglés). Esta es una desgravación fiscal a las empresas y ciudadanos que, según el Comité para un Presupuesto Federal Responsable, una asociación sin ánimo de lucro que se dedica a analizar las propuestas de los candidatos, “sería un error costoso”, concretamente de 1,2 billones de dólares en una década.

A esto hay que sumar los impuestos a los beneficios a la Seguridad Social y la reducción de la tasa a las corporaciones (el equivalente a nuestro impuesto de Sociedades) del 21% al 15%.

“La prórroga permanente de las disposiciones de la TCJA sobre el impuesto a la renta de las personas físicas que están por expirar añadiría 3,4 billones de dólares a los déficits (antes de los costes de los intereses) durante los próximos diez años. La restauración del régimen original de la TCJA para gravar la inversión empresarial añade otros 623.000 millones de dólares, lo que eleva el coste total de la prórroga de la TCJA a más de 4 billones de dólares”, aseguraron los expertos del Penn Wharton.

Según aseguró en campaña, Trump pretende costear esta magna rebaja de impuestos con un arancel universal del 10%. Es decir, tasar cualquier mercancía procedente de cualquier parte del mundo, que se sumaría a nuevos aranceles a productos Chinos sobre el 60% que ya impuso la administración de Joe Biden, inlcuidos también los del 100% para los vehículos eléctricos.

Los economistas de ING James Kinghtley, Dimitri Dolgin y Padhrai Garvey, también coinciden con el Pnn Wharton. Aseguraron en una nota que la extensión de los recortes impositivos de 2017 (4 billones de dólares solamente), más recortes impositivos adicionales compensados por los ingresos obtenidos a partir de los aranceles, resultarán en un aumento de los déficits de quizás 5,5 billones de dólares en relación con la base de referencia de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés)”.

El analista sénior de Políticas y gerente de modelos de Tax Foundation, Garett Watson, explicó a elEconomista.es en su momento que en EEUU hay margen para bajar impuestos, pero esto “requeriría ampliar la base tributaria mediante la eliminación de deducciones fiscales individuales y comerciales, los créditos y otros gastos que se desvían de una base impositiva eficiente y favorable al crecimiento”.

Harris subirá los ‘números rojos’ menos de la mitad que el republicano

Lejos de solucionar el acuciante problema del oscuro futuro fiscal que atravesará el país de aquí a 2030, parece que los candidatos quieren agudizarlo ya que, aunque menos, el programa económico de Harris también implicaría un incremento del déficit público un 2,1%, menos de la mitad que el republicano, pero igualmente resultaría preocupante.

Basándose en el presupuesto de 2025 de Joe Biden, la demócrata busca establecer beneficios fiscales para los hogares medios y bajos dentro del sistema tributario estadounidense. Al mismo tiempo, estudia subsidiar la adquisición de la primera vivienda. Eso sí, para pagar todo esto, utilizaría un incremento del impuesto de Sociedades del 21% hasta el 28%.

Entre las medidas que propone a las familias está la ampliación del crédito fiscal por hijo, desde los 1.700 dólares fijados en 2024 (con previsión de que cayesen a los 1.000 dólares en 2026) hasta los 3.600 dólares por hijo de cinco años o menos y 3.000 dólares para los mayores cinco años hasta los 17. Además, las familias con hijos recién nacidos recibirían un crédito de 2.400 dólares en el primer año de vida. Así, el valor máximo quedaría en 6.000 dólares en total.

En el caso de los que se compran su primera vivienda, Harris propone 25.000 dólares de subvención para la entrada.

“Las ampliaciones propuestas por la campaña de Harris de los créditos fiscales costarían más de 2,1 billones de dólares en los próximos diez años. La asistencia para el pago inicial de las primeras viviendas sumaría otros 140.000 millones de dólares, lo que, según nuestras estimaciones, ayudaría a 1,4 millones de compradores de viviendas al año. Aumentar la tasa impositiva corporativa al 28 por ciento generaría alrededor de 1,1 billones de dólares en nuevos ingresos, lo que compensaría un poco menos de la mitad del costo de las otras disposiciones”, aseguran en Penn Wharton.

En Bloomberg advierten que, cada retraso en la solución “hace que sea más difícil de estabilizar” y eso hace que sea más probable que los mercados financieros “se cuestionen la solvencia del Gobierno”.

Fuente: Revista El Economista

Comparte: