Los aranceles anunciados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no se prevé que tengan un efecto directo en Aragón. Un motivo por el que los empresarios aragoneses siguen manteniendo la confianza en la economía tanto local como a nivel internacional, dado que, además, los efectos indirectos sobre la comunidad como consecuencia de esos gravámenes se estima que también serán reducidos.

Las afecciones se producirán sobre todo en el sector agroalimentario, que exporta a Estados Unidos alimentos y bebidas por valor de 50 millones de euros, según los últimos datos de 2024, con especial incidencia en el sector del vino, con 11,5 millones de euros, el 12% del total de las exportaciones de este producto desde la comunidad aragonesa al país norteamericano.

En menor medida, se espera impacto en el sector de la automoción en el que sobre todo se venden a Estados Unidos vehículos del segmento premium en el que el precio no es un problema para quien opta por comprar este tipo de coches.

Desde España se venden alrededor de 24.000 coches a Estados Unidos de una producción media de 2,3 millones de euros. Se calcula que la afección de los aranceles puede alcanzar los 1.200 millones de euros, dato que se ha calculado teniendo en cuenta las ventas medias en el mercado intracomunitario. “Es una cifra gestionable”, ha asegurado Benito Tesier, vicepresidente de CEOE Aragón y presidente del Clúster de la Automoción y Movilidad de Aragón (CAAR), durante la jornada de presentación del informe ‘Perspectivas Aragón 2025’. El impacto en Aragón sería en este caso reducido y limitado a empresas que realicen esas piezas o componentes para estos vehículos que se fabrican en Alemania.

“Es un efecto de tormenta sobrevenida”, ha afirmado Tesier, quien ha incidido en la necesidad de “transmitir serenidad y tranquilidad”. No obstante, ha matizado que el efecto indirecto no preocupa demasiado a los empresarios, pero ha reconocido que “están ocupados en solucionarlo porque puede haber empresas a las que les perjudique“.

Tesier, quien ha puesto también el foco en las personas, ha explicado que los aranceles de Trump pueden tener un efecto negativo para la competitividad de las empresas, según explican los principales economistas, aunque ha confiado en el trabajo que el tejido empresarial ha venido realizando, así como en su resiliencia para adaptarse que muchas veces se ha hecho en tiempo récord, como pasó con la covid, la fortaleza y el trabajo que se está haciendo con el Gobierno de Aragón para minimizar posibles impactos.

En este sentido, ha ahondado en que la diversificación de países para exportar es clave, aunque ha matizado que las medidas que hay sobre la mesa “no han venido para quedare en el futuro” para añadir a continuación que “las formas -en relación a los aranceles-, no son compartidas en un contexto internacional en el que todos necesitamos a todos. Entendemos que es una estrategia de negociación con efecto a corto plazo para luego llevar el balón al cetro del juego”.

Pero, “con independencia de que nos guste más o menos lo que sucede, es lo que es y las empresas tenemos que vivir con esa realidad”, ha añadido. Además, es una situación que abre oportunidades económicas y empresariales porque existen otras opciones en el radar como el mercado asiático, que no se ha explorado todavía en la medida suficiente, así como los países del Este de Europa. Y, en esta línea, ha destacado a su vez la visión resiliente de las empresas y la apuesta que están haciendo por mejorar con tecnología sus procesos, la mejora de productos y por la digitalización a la que cada vez se destinan más recursos.

Deberes hechos ante los aranceles de Trump

El optimismo que se recoge en el estudio de Informe de KPMG, aunque fue previo al anuncio de los aranceles de Donald Trump, también se mantiene desde el socio responsable de KPMG en Aragón, Jorge García Costas, quien ha apuntado que esta situación coge al tejido empresarial “con los deberes hechos en los últimos años”.

También ha vaticinado que los aranceles, a los que ha calificado de “bache”, tendrán un impacto limitado. “Todos los años hay alguna sorpresa” y, en 2025, han sido estos gravámenes anunciados por Estados Unidos ante los que ha abogado por negociar, ya que es la alternativa. “Estamos en un momento específico y hay gran nivel de incertidumbre. Los aranceles son un medio, no un fin y, dentro de unos meses, la situación será más estable”, ha vaticinado.

Pese a ello también ha abogado por que los gobiernos establezcan políticas amortiguadoras, como sucedió con la covid. Una línea en la vicepresidenta del Gobierno de Aragón y consejera de Economía, Mar Vaquero, ha ahondado con los pasos ya dados como el aumento del presupuesto de Aragón Exterior y la línea de un millón de euros a través de Sodiar.

Además, Vaquero ha explicado que se está trabajando con los agentes económicos y sociales, con los que ya se han mantenido encuentros, y con sectores específicos afectados como la industria alimentaria con la que, precisamente, esta mañana se ha reunido por sus efectos no deseados, especialmente, en el sector del vino. Para este ámbito de actividad, se va a trabajar con el sector y el Departamento de Agricultura conjuntamente para una estrategia común con la que se espera salir reforzados.

Aragón también participará en la reunión del jueves con el Ministerio de Economía y ya ha mostrado su rechazo a determinadas medidas incluidas dentro del paquete del Gobierno central para hacer frente a los aranceles por ser para otros fines y no estos específicos.

No obstante, se está dispuesto a trabajar y se pide al Gobierno central colaboración para gestionar los ICO, los fondos MMR y aplicar otras medidas que minimicen los efectos de los aranceles. Un motivo por el que se ha pedido al Ejecutivo central que “actúe con coherencia, transparencia, coordinación con las comunidades autónomas y con lealtad”, aparte de reivindicar que las medidas no sean solo a corto y medio plazo y tampoco coyunturales, sino estructurales. En esta línea ha abogado por la reducción de la burocracia y que el Plan Moves III se abra a vehículos de bajas emisiones.

Vaquero también se ha mostrado partidaria de un acuerdo entre PP y PSOE a nivel estatal para reforzar a las empresas españolas ante esta crisis a la que, a su juicio, se debe responder con una estrategia contundente, “lo que no quiere decir de represalia como han anunciado otros países”.

Fuente: Revista El Economista

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