A pocos días de que arranquen las promociones del Black Friday en Ecuador, los comercios y clientes se alistan para una de las épocas más comerciales del año. Esta fecha, que tiene origen en la cultura estadounidense, marca el inicio del periodo anual de mayor intensidad comercial.

Según la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), en 2023, la fecha movió cerca de 600 millones de dólares. En este 2024, las festividades representan un entorno de desafío y oportunidad para los consumidores ecuatorianos por la crisis energética y las bajas ventas registradas en meses previos.

Las ventas internas de Ecuador durante agosto de 2024 presentaron una disminución del 1,7% en comparación con el mismo periodo de 2023, según datos del Servicio de Rentas Internas (SRI).

Esta baja fue impulsada principalmente por la reducción en las ventas de las empresas, que cayó un 2% respecto al año anterior. Sin embargo, las ventas de personas también reportó un descenso del 0,9%.

El sector manufacturero fue uno de los más afectados, con una caída del 7,1%, mientras que el sector agrícola mostró un crecimiento del 7,3%, compensando parcialmente la contracción en otros segmentos.

Para captar clientes en esta época, los comercios lanzan sus mejores ofertas, con el objetivo de mejorar sus ventas. En muchos locales y centros comerciales, las promociones empezarán el 28 de noviembre y se extenderán hasta el 1 de diciembre.

Recomendaciones para los compradores
El impacto de las promociones va más allá del consumo. Gonzalo Ruales, gerente de Tesorería de Fideval, destaca que el evento puede convertirse en una herramienta para mejorar el bienestar financiero. “El bienestar no radica en los ingresos que generamos, sino en la capacidad para administrarlos y multiplicarlos a través de decisiones inteligentes”, señaló.

Para aprovechar las ofertas sin comprometer las finanzas personales, los expertos recomiendan:

Establecer un presupuesto y priorizar necesidades.
Evitar las compras impulsivas mediante la comparación de precios.
Evitar el uso de crédito para artículos de consumo inmediato como ropa o comidas.

Además, las promociones pueden ser vistas como una oportunidad para fomentar el ahorro. Por ejemplo, un descuento del 20% en una compra de 1 000 dólares hay un ahorro de 200 dólares que podrían destinarse a inversión. “Este enfoque transforma el consumo en una estrategia de crecimiento financiero”, señaló Ruales.

Así, con el Black Friday, los ecuatorianos enfrentan el reto de elegir entre el consumo impulsivo y la oportunidad de transformar sus ahorros en inversión, una lección que puede extenderse a su planificación financiera a largo plazo.

Fuente: elcomercio.com

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