Así de claro lo dicen los conocidos como ‘los cinco sabios’ del Consejo Asesor del Gobierno de Alemania, en boca de su presidenta, Monika Schnitzer. : “las negligencias en la política y la economía en los últimos años y décadas” es lo que han hecho que la economía de la locomotora de Europa “siga estancada”. Con tal motivo, han hecho una revisión a la baja del crecimiento para el PIB, llevándolo a una recesión del 0,1% este año y vaticinan un magro crecimiento del 0,4% para 2025, en su informe semestral publicado este miércoles.

En el mes de mayo, los asesores del canciller todavía se mantenían confiados en una recuperación del crecimiento del 0,9% para el año próximo, después de una ligera expansión al cierre de este ejercicio del 0,2%. Poco queda ya de esos datos y la confianza por parte de los expertos y el mercado es pobre, sobre todo después de los resultados de las elecciones de Estados Unidos, que dieron la victoria a Donald Trump.

En este sentido, el propio presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, advirtió que las políticas arancelarias que pretendía implantar el presidente electo, con aranceles de hasta el 10% a productos europeos, podrían costarle a Alemania el 1% del PIB.

“Si se implementan los planes arancelarios, esto podría costarnos un 1% de la producción económica. Es muy doloroso si tenemos en cuenta que nuestra economía no crecerá en absoluto este año y probablemente menos del 1% el año que viene, incluso antes de que se implemente el plan arancelario estadounidense. Si los nuevos gravámenes realmente se imponen, podríamos incluso caer en territorio negativo”, aseveró.

Es cierto que Nagel se muestra mucho más optimista que ‘los cinco sabios’, ya que en sus palabras, para nada, considera la probabilidad de recesión este año. Hace poco menos de un mes, el Gobierno de Shcolz preveía que en 2025 Alemania entrase en el terreno de la recuperación el año que viene, con un crecimiento del 1,1%, tras crecer entre nada y un 0,1% al cierre de este ejercicio.

Ante este panorama, el Consejo Asesor hizo un llamamiento a que se haga una “modernización decidida” de la economía del país, cuyas elecciones anticipadas están previstas para el 23 de febrero del próximo año, tras una caída de la ‘coalición semáforo’.

Los expertos hablan de “una economía rezagada” con respecto al resto del mundo. En el informe remarcan que el país creció solo un 0,1% en términos reales en los últimos cinco años. Todo ha retrocedido este año: la producción y el valor añadido en la industria e incluso la inversión.

La producción manufacturera de septiembre que sorprendió, pero para mal. Las cifras publicadas por Destatis hablan de que cayó un 4,6% interanual y un 2,5% con respecto al mes anterior. Por otro lado, Scholz no ha sabido retener la inversión de las empresas germanas en su territorio. Según un informe del Bundesbank, el traslado de recursos fuera del país desde 2010 asciende a 650.000 millones de euros, de los cuales el 40%, es decir, 260.000 millones de euros, fueron durante el mandato de Olaf Shcolz (2021).

El periodista especializado en presupuestos de la revista alemana de negocios Wirtschafts Woche, Christian Ramthun, aseguró a elEconomsita.es que “la industria alemana está invirtiendo en Polonia, Austria e incluso Suiza”, debido a la falta de competitividad.

Por otro lado, los expertos reiteran en el informe que la recuperación de la economía mundial no se está traduciendo en un incremento de las exportaciones. Esto para una economía cuyo crecimiento se basa en el comercio exterior como es la alemana es fatal. Asimismo, la guinda la ponen los consumidores que, a pesar de que los salarios reales sufrieron un importante crecimiento en 2023 y 2024, el consumo interno “ha aumentado ligeramente”, dicen.

“La debilidad de la industria y la duración de la fase de debilidad sugieren que la economía alemana se ve frenada por problemas estructurales, además de cíclicos”, dijo Schnitzer.

Los economistas creen que hace muchos años que no se da prioridad al gasto público orientado a modernizar la economía en el largo plazo. Creen que para garantizar esa evolución y volver a poner a la industria alemana en el territorio de la competitividad, es necesario crear disposiciones “con un elevado efecto vinculante”, sobre todo centradas en infraestructuras de transporte y un suelo para el gasto en educación. También hablan de ampliar el gasto en defensa para llegar al objetivo de la OTAN del 2% del PIB.

Por otro lado, ven necesario que Alemania “se ponga al día” en lo que se refiere a la digitalización del mercado financiero. Fuentes del propio Bundesbank aseguraron a elEconomista.es en su momento que todo el sector está muy anticuado en este aspecto y se está desaprovechando su competitividad con respecto al resto de países europeos.

“El reto clave de la política económica es permitir la innovación digital en el sector financiero sin poner en peligro la estabilidad financiera”, dijo Ulrike Malmendier, miembro del consejo asesor.

Alemania es ahora un barco sin rumbo. Los presupuestos están completamente parados, a la espera de unas elecciones en febrero y al albor de lo que decida hacer Donald Trump con respecto a los aranceles. En este sentido, Scholz no pudo más que asumir su parte de culpa y aseveró que todo esto se debe a “las deficiencias acumuladas” en las últimas décadas.

Por su parte, el ministro de Economía, Robert Habeck, apostilló que estas rebajas de las previsiones de ‘los cinco sabios’ no es más que la muestra de que “son más que necesarias” las medidas de crecimiento en el corto plazo que habían planteado en los Presupuestos para 2025. Apeló a que todos los implicados “cooperen” ante este esta pausa que posiblemente se produzca antes de las elecciones anticipadas de febrero.

Fuente: Revista El Economista

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