Ley de demanda y oferta: su historia

¿Qué es? Establece la relación entre el precio de algún producto o servicio y la voluntad del consumidor de comprarlo y del productor de venderlo. La disponibilidad de la oferta determina si el precio sube o baja. A pesar de ser elemental, los izquierdistas y populistas no la entienden o si la conocen mienten para ganar votos.

Fue Gregory King (1648-1712), inglés, quien por primera vez analizó el movimiento de los precios; se lo considera el padre de la estadística económica. Charles Davenant (1656-1714), inglés y economista, con base en la data de King construyó la tabla que relaciona el precio con la cantidad. John Locke (1632-1704), también inglés, en 1691 escribió Algunas consideraciones de las consecuencias de la reducción de los intereses y el aumento del valor del dinero. En ella argumentó que la tasa de interés debía ser la del mercado, era un error que el gobierno la estableciera. El inglés James Steuart (1712-1780) escribió, Investigación sobre los principios de la economía política; en su obra por primera vez se usó el término oferta y demanda. Posteriormente, Adam Smith (1723-1790), escribió sobre la “mano invisible”, mecanismo natural que establece los precios y Jean-Baptiste Say (1737-1832), economista francés, sostuvo que la oferta creaba su propia demanda. Alfred Marshal, (1842-1924) hizo importantes contribuciones como la inelasticidad de la demanda. En el siglo XX, John Maynard Keynes (1883-1946) sostuvo lo contrario de Say, la demanda crea su propia oferta. El pensamiento económico de la segunda mitad del siglo XX recayó en los estadounidenses, que acaparan los premios Nobel. Ellos también han hecho contribuciones a la ley de oferta y demanda.

He escrito una brevísima historia del estudio de cómo se establecen los precios en cuatro siglos aproximadamente. Quienes identificaron el mecanismo fueron mentes brillantes. Ellos lo crearon para evitar afectar el crecimiento de la economía. En Ecuador, en algunas ocasiones se trató de controlar el cambio desde 1917. Fracasó todas las veces. En el pasado las listas de precios, lejos de disminuirlos, alentaron el mercado negro.

Fuente: Expreso

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