Las recientes reformas implican un riesgo real de politizar al Seguro Social

Ni veinticuatro horas después de que la Asamblea Nacional hubiera aprobado las reformas a la ley del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) por iniciativa ciudadana, las críticas a la nueva conformación y forma de elección del Consejo Directivo surgieron.

La representante de los empleadores en el Consejo Directivo del IESS, María de los Ángeles Rodríguez, fue una las primeras en levantar la voz de alerta: “El tema se va a politizar porque han puesto un requisito de que las personas que quieran ser candidatas a ser miembro del Consejo Directivo deben contar con un 2 % de su electorado (…)”.

Sin embargo, ¿pueden estas reformas a la Ley de Seguridad Social politizar la institución? Para el exasambleísta y proponente de esta iniciativa ciudadana, Henry Llanes, no. De hecho, sostiene que era “descabellado” que una minoría de organizaciones, a través de sus representantes en el Consejo Directivo, se tomen atribuciones en representación de todo un universo.

Previo a la aprobación de las nuevas reformas al Seguro Social, la elección de vocales principales y suplentes de los empleadores y trabajadores se hacía a través de colegios electorales, en un proceso organizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE). El último intento por renovar el directorio lleva meses entrampado por supuesta falta de información.

Ahora, con las nuevas reformas que esperan por un posible veto parcial por parte del presidente Daniel Noboa, el directorio del IESS se conforma y elige de otra manera: las vocalías pasan de dos a cinco e integra a los afiliados en relación de dependencia, afiliados sin relación de dependencia, jubilados, empleadores y el representante de la Función Ejecutiva.

Respecto a la nueva forma de elección, la reformada Ley de Seguridad Social quita la intermediación de los colegios electorales y establece una votación directa, también organizada por el Consejo Nacional Electoral, por cada una de las vocalías; con la excepción del delegado del presidente que deberá ser designado por la Asamblea Nacional mediante terna.

Aunque Llanes defiende que este vuelco al Consejo Directivo lo reviste de legitimidad y que los partidos políticos no están mencionados en ninguna parte de la ley reformada, la jurista y analista en temas de seguridad social, Patricia Borja, sí avizora un panorama favorable para la intervención de organizaciones políticas en la elección de vocales del directorio.

“Sí creo que se le abre una ventana muy grande a los partidos para que brinden su respaldo a quienes quieran ser candidatos a vocales del Consejo Directivo”, comenta y recuerda que parte de las nuevas reglas para elegir a los representantes es que los interesados en participar cuenten con al menos el 2 % del respaldo del universo de electores de su dignidad. Universo que lo delinea el IESS.

Uno de los ejemplos más cercanos del grado de politización que puede tener un cuerpo colegiado ‘independiente’ es el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS). Desde su creación en la Constitución de 2008, siempre se ha cuestionado la influencia política que han tenido los consejeros. Incluso, como intento de solución, se ha modificado su forma de elección, similar al caso del directorio del IESS.

El ejemplo más claro de la politización del CPCCS se observó en las elecciones de febrero de 2023, cuando el correísmo promovió a sus candidatos afines bajo la denominación de la ‘Liga Azul’. Así, tres (un hombre y dos mujeres) de los siete candidatos que ganaron las elecciones, eran afines al correísmo: Alembert Vera, quien llegó a presidir la entidad, pero fue destituido; Yadira Saltos y Augusto Verduga.

Pese a la claridad del ejemplo, Llanes señala que ese tipo de prácticas responde a una “cultura mediocre” y falta de formación educativa como para no votar por aquellos candidatos que claramente tienen un vicio partidista. Además, sostiene que las reformas no contemplan la participación de organizaciones políticas y que, de hacerlo, deberían ser sancionadas.

Sin embargo, según declaró la vocal de los empleadores, María de los Ángeles Rodríguez, en una entrevista televisada, el requisito del 2 % para ser candidato al Consejo Directivo del Seguro Social sí abre la puerta a que partidos políticos se ofrezcan como plataforma para captar votos de universo de electores.

Incluso la propia designación del presidente del Consejo Directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social se politiza por tener ahora que pasar por el filtro de la Asamblea Nacional. Según las reformas aprobadas por el Legislativo, a diferencia de la normativa anterior donde el Ejecutivo solo nombraba a su delegado, ahora deberá enviar una terna para que sean los asambleístas, pertenecientes a partidos políticos, quienes elijan al representante del presidente.

Del mismo modo, la analista Borja hace hincapié en que estos ‘claroscuros’ de la ley deben ser resueltos para que no se genere un ambiente de ingobernabilidad en el directorio del IESS. Por ejemplo, señala que si bien es cierto se norma una nueva conformación y forma de elegir a los vocales, las reformas no indican en cuánto tiempo se deberá renovar el Consejo Directivo actual o, peor, que se garantice que sí se realice el proceso electoral.

Fuente: expreso.ec

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