Las dietas basadas en plantas contribuyen al aire más limpio y evitan muertes prematuras por contaminación

La contaminación del aire aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias y reduce el rendimiento tanto cognitivo como físico.

El sistema alimentario es una de las principales causas de la contaminación del aire, con impactos significativos en la salud humana. De particular importancia son las emisiones de metano y de amoníaco que se generan cuando se manipulan y aplican a los campos estiércol y otros fertilizantes. Adoptar una dieta más saludable probablemente sea una intención de muchas personas, lo que podría cambiar aquella ecuación, pero a menudo resulta difícil hacer esa transformación.

Sin embargo hay buenas razones para persistir en tomar decisiones deliberadas sobre lo que hay en el plato, porque no sólo afectan la propia salud, sino que también hacen lo propio con la del planeta.

La producción y el consumo de alimentos representan un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Si no se controlan, probablemente agregarían suficiente calentamiento adicional como para llevar la temperatura promedio de la Tierra a más de un aumento de 1,5°C en la década de 2060.

Actualmente, las investigaciones también sitúan la contaminación del aire en la lista de problemas causados por la agricultura. La cría de animales, en particular, es una fuente importante de emisiones de amoníaco que reaccionan con otros contaminantes para formar partículas finas, las que pueden causar problemas de salud como enfermedades cardiovasculares, cáncer de pulmón y diabetes.

Un estudio reciente, publicado en Nature Communications, revela que pasar de las dietas actuales a otras más saludables y basadas en plantas podría prevenir hasta 236.000 muertes prematuras en todo el mundo e impulsar el PIB global, simplemente mejorando la calidad del aire.

Fuente: infobae.com

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