La temperatura sigue bajando en el mercado laboral de EEUU: las vacantes de empleo caen a un mínimo de casi dos años

Todavía no se puede hablar de invierno en el mercado laboral de EEUU, tan ardiente desde que la pandemia empezó a remitir. Sin embargo, el mercurio del termómetro parece ir bajando para alivio de una Reserva Federal que temía que un mercado de trabajo tan ajustado siguiera propiciando unas subidas de salarios que saboteasen la lucha contra la inflación. Uno de los últimos datos conocidos ahonda en esta dinámica: las vacantes de empleo descendieron en marzo a su nivel más bajo en casi dos años.

 

Las vacantes de empleo que cada mes publica la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) en su Encuesta sobre vacantes y rotación laboral (JOLTS) han sido hasta la fecha uno de los datos fetiche de la Fed para calibrar el riesgo de una espiral precios-salarios. El descenso en marzo de estas ofertas de empleo hasta un mínimo de casi dos años de 9,59 millones, desde un máximo de 12,1 millones un año antes, sugiere que, incluso sin un aumento de la tasa de desempleo, las condiciones del mercado laboral se están relajando y son coherentes con una desaceleración más marcada en breve del crecimiento salarial. El último dato por debajo de la lectura de marzo hay que buscarlo en mayo de 2021, con 9,48 millones.

El dato de marzo supone, además, la tercera bajada mensual consecutiva y el mayor descenso trimestral registrado (-1,65 millones). La caída es de casi 400.000 vacantes desde los 9,974 millones de febrero y deja la lectura por debajo de los 9,7 millones que esperaba el consenso de analistas. “Las ofertas de empleo en EEUU siguen disminuyendo. La tendencia a la baja continuó por tercer mes consecutivo, lo que debería ser una señal reconfortante para la Fed, aunque las ofertas de empleo sigan en niveles históricamente elevados”, valora Jussi Hiljanen, estratega jefe de SEB.

La proporción de desempleados por vacante de empleo, realmente el parámetro al que los funcionarios de la Fed prestan gran atención, ha descendido a 1,6 puestos de trabajo por desempleado, por debajo de los casi 2 que había en el punto álgido y el nivel más bajo desde octubre de 2021, pero aún por encima del 1,2 anterior a la pandemia, subraya el economista. Por tanto, el dato sigue estando muy por encima de la proporción de 1 asociada a un mercado laboral que no es ni tenso ni flojo.

Otro dato fundamental del informe de la BLS, el relativo a las renuncias voluntarias, que en marzo bajaron en 129.000 hasta los 3,851 millones, la lectura más baja de los últimos meses y la tercera consecutiva por debajo de los 4 millones. En porcentaje, se ha pasado de un 2,6% a un 2,5%, como en diciembre, alejándose progresivamente los niveles en el entorno del 3% registrados el año pasado.

“Las renuncias son generalmente separaciones voluntarias iniciadas por el empleado. Por lo tanto, la tasa de renuncias puede servir como medida de la voluntad o la capacidad de los trabajadores para dejar el trabajo”, explica la BLS en su informe. Un claro aumento aviva las subidas salariales que preocupan a la Fed, ya que los trabajadores dejan su empleo por uno mejor pagado. Este retroceso en el nivel de abandonos indicaría una incipiente preocupación por la seguridad en el empleo.

Para completar el cuadro, los despidos subieron hasta los 1,8 millones (en porcentaje, una tasa del 1,2%), el nivel más alto desde diciembre de 2020, liderados por la construcción, los servicios de alojamiento y alimentación y la atención sanitaria. Ya no son solo los titulares con miles de despidos de las tecnológicas.

“La contratación se está ralentizando, pero los despidos siguen siendo bajos, lo que indica cierta acumulación”, explica Paul Ashworth, analista de Capital Economics. “La tasa de ofertas de empleo ha caído hasta el 5,8% en marzo, desde un máximo del 7,4% un año antes, con una tasa de desempleo sin cambios del 3,6% en ese periodo de 12 meses. En resumen, el mercado laboral parece estar experimentando un ajuste indoloro por ahora. El correspondiente retroceso de la tasa de vacantes-desempleo apunta a que el crecimiento salarial caerá pronto por debajo del 5%, mientras que el descenso de las renuncias voluntarias -el mejor indicador de los salarios- sugiere que el crecimiento salarial se ralentizará por debajo del 4% antes de finales de año”, añade.

Para obtener una fotografía más completa, hoy se conoce la encuesta de creación de empleo privado de ADP y este viernes el informe de empleo oficial de abril, en el que los economistas esperan por primera vez desde diciembre de 2020 un dato de nóminas no agrícolas por debajo de las 200.000.

La creación neta de empleo arrojada en la encuesta JOLTS (contrataciones menos separaciones) fue de 217.000 al final de marzo. Estos datos llevan un par de semanas de retraso, ya que la estimación del BLS de las nóminas no agrícolas corresponde a la semana que incluye el 12 de abril. Aun así, los datos de la encuesta JOLTS indican que el crecimiento del empleo se había suavizado en abril.

En cualquier caso, no parece que el dato vaya a mover la decisión de la Fed de subir los tipos en 25 puntos básicos hasta el rango 5%-5,25% este miércoles y decretar después una pausa en las subidas.

“El descenso de las ofertas de empleo desde principios de año indica que el impacto acumulado de la agresiva campaña de subidas de tipos de la Fed está empezando a hacer mella. Sin embargo, el nivel de vacantes sigue siendo elevado, y esperamos que la Fed opte por otra subida de 25 puntos básicos esta semana, ya que pretende garantizar que continúe el reequilibrio de la oferta y la demanda en el mercado laboral”, sintetiza Matthew Martin, de Oxford Economics.

“No cabe duda de que el mercado laboral se está enfriando. El descenso de las ofertas de empleo y de la tasa de abandonos registrado es un avance positivo desde la perspectiva de la Reserva Federal… La Fed necesitará ver que el mercado laboral se deteriora más rápidamente para que el balance de riesgos cambie hacia asegurar el máximo empleo, en lugar de la estabilidad de precios”, expone Stuart Paul, de Bloomberg Economics.

En juego está que la Fed se aproxime a lo que se conoce como ‘aterrizaje suave’, control de la inflación sin un gran deterioro del mercado laboral y la economía. Los funcionarios del banco central han señalado el elevado número de ofertas de empleo como una razón por la que la Fed puede ser capaz de enfriar el mercado laboral -y, por lo tanto, la inflación- sin un consiguiente aumento del desempleo. Dicho esto, los funcionarios prevén una recesión a finales de este año.

Fuente: Revista El Economista

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