La silenciosa reducción del balance del BCE: ¿Quién está comprando bonos en Europa?

Desde verano de 2022 el Banco Central Europeo está inmerso en un proceso de reducción de su balance de activos, que encaja con la subida de tipos que dio comienzo en 2022. El BCE está reduciendo la cantidad de bonos que tiene en cartera y que empezó a comprar en 2014 con el lanzamiento del primer programa de compras de deuda, un proceso de adelgazamiento que amenazaba con aumentar las primas de riesgo de la zona euro, algo que temían algunos expertos. Sin embargo, los diferenciales de crédito se han mantenido tranquilos en los últimos años, y el BCE está consiguiendo mantener los mercados de deuda bajo control, a pesar de la rápida caída del balance. Ahora, el organismo desglosa quiénes le están sustituyendo en el mercado, absorbiendo las nuevas emisiones de deuda pública que se están produciendo, y no son ni bancos, ni aseguradoras ni fondos europeos: en 2023 fueron los hogares y, sobre todo, los inversores internacionales.

Uno de los mayores peligros que percibían los expertos por el ciclo de endurecimiento de la política monetaria en la zona euro era la posibilidad de que se disparasen las primas de riesgo, y el coste de financiación de las empresas en el mercado de deuda corporativa, una vez el Banco Central Europeo se retirase, y dejase de ser un comprador neto de deuda. El BCE ha sido el principal comprador de bonos europeos en los últimos años, y ha sostenido a las primas de riesgo, contribuyendo además a mantener los costes de financiación bajos. Todo cambió a mediados de 2022, cuando empezó a aumentar los tipos de interés y a reducir su balance.

Sin embargo, los peores temores no se han materializado, y el mercado de renta fija ha estado relativamente tranquilo en estos dos años en los que el BCE se ha retirado del mercado (aún no se ha convertido en un vendedor neto de bonos, pero dejará de reinvertir los vencimientos de sus bonos en balance en diciembre, el último paso antes de empezar a vender). Las rentabilidades de los bonos han aumentado por el endurecimiento de la política monetaria, pero no de forma alarmante para el BCE y las primas de riesgo se han suavizado en los últimos meses a pesar de que las emisiones de deuda han sido las más altas de la historia en el comienzo de año, y a que el balance de activos del BCE se ha reducido un 23% desde verano de 2022 hasta ahora, pasando de los 8,83 billones de euros récord en junio de ese año, a los 6,8 billones actuales.

Los hogares y los inversores internacionales irrumpen

¿Quién está absorbiendo la nueva deuda emitida? El BCE ha respondido a esta pregunta en la última publicación de su blog: “Varios tipos de inversores han dado un paso al frente, y han compensado la menor presencia del Eurosistema en el mercado de deuda”, explica el BCE. “Aunque el Eurosistema no se ha vendido bonos de forma activa, ya sólo está sustituyendo parcialmente los bonos que vencen en el balance”, explican, y confirman que “hay dos sectores que han contribuido claramente a absorber la nueva deuda desde que se empezó a reducir el balance: los hogares europeos y los inversores internacionales”.

Según la información que publica el BCE, en toda la zona euro, el Eurosistema (el propio banco central y sus instituciones) y los bancos europeos contribuyeron negativamente a la absorción de los nuevos bonos, mientras que los inversores internacionales fueron la principal fuerza que contribuyó a absorber las emisiones. Los hogares europeos les siguieron, mientras que los fondos de inversión europeos también pusieron su granito de arena.

El BCE destaca en la publicación cómo “los inversores internacionales eran los principales tenedores de renta fija gubernamental europea, con el 40% del total antes de que empezasen los programas de compras de deuda en Europa. Cuando el BCE expandió su balance, redujeron a la mitad su peso en la tenencia de bonos europeos, y a medida que el Eurosistema terminó con las reinversiones del APP, han regresado y absorbido una cantidad de emisiones considerable”, señala el banco central.

Así, parece que el regreso de los inversores extranjeros encaja con la normalidad previa a los programas de compras de deuda, algo que, sin embargo, no está ocurriendo por la parte de los hogares europeos, que están regresando al mercado de deuda del Viejo Continente a un ritmo sorprendente, a ojos del BCE: “El retorno de los inversores extranjeros puede no ser sorprendente […], pero, por el contrario, la velocidad e intensidad de las compras por parte de los hogares es muy destacable. El porcentaje de bonos soberanos en sus manos ha vuelto a rozar el 3,5%, muy cerca del nivel que había antes de que empezasen las compras de deuda por parte del BCE en el año 2015″, señala el organismo.

Los inversores han vuelto a la deuda europea por “las altas rentabilidades, además de que los gobiernos están ofreciendo productos enfocados al inversor minorista, lo que está atrayendo a los hogares, especialmente teniendo en cuenta que los bancos comerciales están siendo lentos a la hora de traspasar los tipos más altos a sus depósitos”, indica el BCE. Ahora, la gran pregunta es si los inversores serán capaces de mantener el ritmo de absorción, o si llegará el momento en el que saciarán su apetito por los bonos, lo que puede terminar causando un problema en los bonos y las primas de riesgo soberanas del Viejo Continente.

Fuente: Revista El Economista

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