La restricción del crédito sigue imparable en EEUU: “Esto aumenta las probabilidades de recesión”

La Reserva Federal de EEUU confirmó este jueves lo que ya era un secreto a voces: que los bancos han informado de un endurecimiento en las normas de concesión de créditos y de una menor demanda de préstamos en el primer trimestre, prolongando una tendencia que comenzó antes de que surgieran las recientes tensiones en el sector bancario a raíz de las agresivas subidas de tipos del banco central desde la primavera de 2022.

 

El colapso de varios bancos regionales estadounidenses desde marzo, que empezó con la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank y ha seguido con la de First Republic, ha desatado la agitación en el sector financiero y aumentado la preocupación de que los prestamistas frenen el acceso al crédito de una manera drástica. Para algunos analistas, los datos del trimestre reflejan que esta inestabilidad bancaria no ha agravado “dramáticamente” la situación en este período. Sin embargo, más allá de que en el informe no entra abril, la tendencia es inexorable y algunas métricas del sondeo haban claro: ya están en niveles de anteriores recesiones.

La proporción de bancos estadounidenses que endurecieron las condiciones de los préstamos comerciales e industriales para medianas y grandes empresas aumentó hasta el 46%, frente al 44,8% del cuarto trimestre de 2022, según la encuesta Senior Loan Officer Opinion Survey (SLOOS), -Encuesta de Opinión de Altos Ejecutivos de Crédito-, publicada este lunes por la Fed. El porcentaje queda por debajo de los máximos alcanzados durante la crisis financiera y la pandemia, pero aproximadamente igual a los máximos alcanzados durante las recesiones de principios de los años 90 y la década de 2000.

Asimismo, el porcentaje neto de bancos que han endurecido los criterios de concesión de préstamos para bienes inmuebles comerciales aumentó al 73,8%, desde el 69,2% del anterior trimestre, lo que lo deja cerca de los máximos alcanzados en 2008 y 2020.

El informe también muestra una demanda de crédito mucho más débil en el arranque de 2023. El porcentaje neto de bancos que declaran un aumento de la demanda de préstamos a empresas grandes y medianas ha caído del -31,3% al -55,6% puntos en el anterior trimestre. Este índice solo había sido más negativo en el punto álgido de las recesiones de 2001 y 2008/2009.

Los porcentajes netos de la encuesta reflejan la proporción de bancos que informan de condiciones más estrictas o de una demanda más fuerte menos la proporción de bancos que informan de normas más fáciles o de una demanda más débil.

Los bancos reflejan en la encuesta una menor tolerancia al riesgo, unas perspectivas económicas menos halagüeñas y el empeoramiento de los problemas del sector como motivos para endurecer el crédito en el primer trimestre. Las entidades también parecen más preocupadas por los préstamos a hogares, con un porcentaje neto cada vez mayor de firmas encuestadas que endurecen los criterios de concesión de préstamos para automóviles, tarjetas de crédito y otros préstamos al consumo. “Los bancos cada vez son más selectivos a la hora de decidir a quién prestan, cuánto prestan y a qué tipo de interés”, sintetiza James Knightley, economista de ING.

“Condiciones crediticias más estrictas pero sin grandes dramas. En la mayoría de los casos, sin embargo, el endurecimiento no ha sido drástico, lo que se considera una noticia tranquilizadora tras las recientes turbulencias bancarias”, opina Elisabet Kopelman, analista de SEB. Coincide Kristoffer Kjær Lomholt, de Danske Bank: “En general, este endurecimiento del crédito no fue tan preocupante como esperaba. A estas alturas, el nerviosismo bancario que comenzó realmente en marzo no parece haber tenido un impacto tan negativo como temían muchos inversores”.

Pero esto no hace que el panorama deje de ser alarmante. Al contrario. “Con los bancos endureciendo tan agresivamente los criterios de concesión de préstamos, esta combinación de mayores costes de endeudamiento y menor disponibilidad de crédito suele ser tóxica para el crecimiento económico”, explica Knightley desde ING.

“Esta confirmación del endurecimiento de las normas de concesión de préstamos eleva aún más las probabilidades de recesión”, afirma Michael Kantrowitz, estratega jefe de inversiones de Piper Sandler en una nota a clientes recogida por Bloomberg tras la publicación. “Nada es una garantía, pero estas probabilidades son difíciles de rebatir”. “En términos generales, tanto si se examina la oferta como la demanda de préstamos, la encuesta SLOOS parece dibujar un panorama sombrío”, concuerda en otra nota Michael Feroli, economista jefe de JP Morgan Chase en EEUU.

Para Michael Pearce, de Oxford Economics, que los bancos hayan endurecido los criterios de concesión de créditos en el primer trimestre “no es sorprendente”. Lo “más preocupante” apunta, es que la mayoría de los bancos prevén endurecer aún más los criterios durante el resto del año. “Esto privará de crédito a las empresas y los hogares y contribuirá a empujar la economía hacia la recesión en el segundo semestre de este año”, señala.

“Esta restricción a largo plazo de la disponibilidad de crédito limitará los sectores de la economía sensibles al endeudamiento, en particular la inversión de las pequeñas empresas que impulsan una parte desproporcionada de la contratación. Esto suele afectar a la actividad económica y al mercado laboral con retraso, lo que es coherente con una recesión en la segunda mitad del año. La restricción del crédito también debilitará cualquier recuperación en 2024“, remacha Pearce.

Dolor en el empleo

Esta dinámica acabará afectando al empleo. “Con la medida de la confianza de los CEO (directores ejecutivos) de EEUU del Conference Board y la encuesta de optimismo de las pequeñas empresas de la Federación Nacional de Empresas Independientes (NFIB) ambas en niveles de recesión, estas cifras de intención de endeudamiento ponen de relieve la mentalidad defensiva de EEUU en este momento que apunta a menos capex y contratación en los próximos meses”, desgrana Knightley.

El economista de ING constata que se están acumulando fuerzas recesivas en la economía y remitiéndose al patrón histórico que muestra que cuando los bancos endurecen las normas de concesión de préstamos, el desempleo siempre aumenta, hace la siguiente admonición: “Lo que convierte a las empresas en dificultades en empresas en quiebra es que, cuando el banco ‘tira del enchufe’, la empresa se queda sin opciones. La pérdida de puestos de trabajo es la consecuencia inevitable”.

La Fed llevó a cabo su última subida de tipos la semana pasada, situando el objetivo de su tipo de referencia por encima del 5% por primera vez desde 2007. El presidente del banco central, Jerome Powell, insinuó que podría ser la última subida de tipos por el momento, ya que los responsables políticos evalúan hasta qué punto el aumento de los costes de los préstamos y el endurecimiento de las normas crediticias están afectando a la economía.

Sin embargo, Powell tampoco se atrevió a declarar la victoria en la batalla de la Reserva Federal contra el rápido aumento de los precios, dejando la puerta abierta a nuevas subidas de tipos en caso de que la inflación siga siendo más obstinada de lo que esperan las autoridades. Con todo, el endurecimiento de las condiciones crediticias podría limitar la subida de los tipos de interés necesaria para que la inflación vuelva al objetivo del 2% fijado por la Fed, dijo Powell.

“Ciertamente, en el mercado y en los contactos empresariales se percibe la sensación de que está comenzando la contracción del crédito, o al menos una restricción del crédito”, ha apostillado el presidente de la Reserva Federal de Chicago, Austan Goolsbee, durante una entrevista en Yahoo Finanzas.

El problema de los ‘bancos pequeños’

“Por desgracia, no esperamos que la situación cambie rápidamente. Los bancos regionales siguen en el punto de mira, con la fuga de depósitos y la perspectiva de una mayor supervisión reguladora que les hará más cautos en su comportamiento crediticio. No creemos que los grandes bancos vayan a llenar totalmente el vacío”, avisa Knightley.

Los bancos más grandes están endureciendo sus normas por temor a las perspectivas económicas. Los bancos más pequeños están endureciéndolas por su preocupación por los movimientos de los depósitos y la liquidez, condensa en un breve resumen Paul Donovan, economista jefe en UBS GWM.

“Teniendo en cuenta que los bancos pequeños y regionales representan más del 40% de todos los préstamos bancarios comerciales, se trata de una situación preocupante, agravada aún más por el hecho de que representan alrededor del 70% de todos los préstamos inmobiliarios comerciales, que están bajo presión debido a las bajas tasas de ocupación de oficinas y a la cantidad significativa de préstamos que deben refinanciarse en los próximos 18 meses”, concluye el economista.

Fuente: Revista El Economista

Compartir esta noticia

Facebook
Twitter
Scroll al inicio