Uno de los grandes planes de la administración Trump y grandes medidas económicas para EEUU se enfrenta a una dura batalla en los tribunales. Un juez federal ha ordenado a diversas agencias que reincorpore a miles de trabajadores en periodo de prueba despedidos por el Gobierno. Elon Musk, a través del el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) quieren adelgazar al máximo la administración pública y para ello han planteado un programa de despidos masivos. Para poder acelerar han puesto su mirada en los “trabajadores en estado de prueba”. Según Trump buscarían deshacerse de todos estos empleados, es decir, unos 220.000 trabajadores que integran esta categoría. Ahora la justicia duda que este proceso se esté realizando de acuerdo con la ley.
Este juez federal de California, William Alsup, ha obligado a la reincorporación de empleados en periodos de prueba en el servicio del Departamento de Veteranos, Defensa, Energía, Interior, Agricultura y Tesoro. Todos ellos habían sido despedidos el mes pasado. Según el escrito en el que ha hecho pública su decisión la Casa Blanca deberá “ofrecer la reincorporación a todos y cada uno de los empleados en prueba despedidos el o alrededor del 13 de febrero”.
Este no ha sido el único caso, también ha tomado una decisión similar otro juez en Maryland. Las agencias gubernamentales tienen como plazo el jueves para presentar planes alternativos para una segunda ola de despidos masivos y recortar drásticamente sus presupuestos.
Pero, ¿por qué no serían válidos los despidos? Según ambos jueces el motivo reside en la justificación alegada por los departamentos. Según los mismos, la decisión se debería al desempeño insuficiente de los mismos o razones individuales. Sin embargo, los jueces creen que esto no es cierto sino que se trata de un programa de ajuste masivo de plantilla para reducir costes, algo que han reconocido Musk y Trump en diversas ocasiones. En ese sentido, en caso de que quiera realizarse despidos a gran escala hay que notificar previamente a los estados y ofrecer una serie de garantías a los afectados que no se han dado.
“La gran cantidad de empleados que fueron despedidos en cuestión de días desmiente cualquier argumento de que estos despidos se debieron al desempeño o conducta insatisfactoria individual de los empleados”, escribió James Bredar, juez de Baltimore. Alsup fue incluso más duro, alegando que “la gran cantidad de empleados que fueron despedidos en cuestión de días desmiente cualquier argumento de que estos despidos se debieron al desempeño o conducta insatisfactoria individual de los empleados”.
Los despidos masivos de Musk
Aún no hay cifras concretas de los despidos pues los únicos datos oficiales disponibles por el momento, los del pasado viernes, relativos al mes de febrero, solo recogen datos hasta el día 12 de este mes. Solo teniendo en cuenta este periodo ,el empleo en el gobierno federal disminuyó en 10.000 en febrero, aunque las nóminas del gobierno en general aumentaron en 11.000, según BLS.
El informe mensual de la empresa de RRHH Challenger Gray & Christmas comentaba que en febrero ya se habrían anunciado en EEUU cerca de 172.017 despidos, la cifra más alta desde julio de 2020, cuando el país estaba en lo peor de la pandemia. En ese sentido la firma señalaba a los recortes en el sector público como el principal responsable de las cifras de febrero pues llevaron los despidos de solo 151 el año pasado por estas fechas a 62.242. El resto estaba liderado por las tecnológicas que han sacado las tijeras masivamente. Para ver unas cifras de despidos más altas fuera de la pandemia habría que irse hasta agosto de 2009.
Los despidos masivos en el sector público, si bien pueden ahorrar dinero a la administración, su virulencia y gran aplicación a corto plazo está generando el temor de que desate un golpe parcial en la economía. Desde Capital Economics señalaban que veían problemas en ese sentido de cara a los datos de marzo “los temores de una economía desplomándose hacia la recesión con los recortes del gobierno pueden resurgir en el Informe de Empleo de marzo, cuando los recientes despidos del gobierno federal serán un lastre mucho mayor para el empleo de lo que fueron el mes pasado”.
En cifras, Bank of America explicaba que los 200.000 puestos de trabajo que esperaban que Musk pudiera recortar provocasen un ahorro a las arcas públicas de 66.000 millones de dólares pero, a la vez, elevan en dos décimas la tasa de paro. Desde RBC coincidían pero remarcaban que se empezaría a notar en septiembre pues los diferentes acuerdos a los que estaba llegando a la Casa Blanca se remiten a este mes. Ahora hay más incertidumbre de cuándo puede dejarse sentir el golpe en el empleo o si este será mucho más liviano. Queda por ver cuál será la respuesta de Trump.
Fuente: Revista El Economista