La factura del Brexit: los británicos pagan 8.000 millones de euros en importaciones

Desde que se formalizó el Brexit no han dejado de sucederse noticias que no dejan en buen lugar a la decisión de los británicos, sobre todo, en cuanto a las importaciones y el mercado laboral. Una situación que se ha visto agravada en un contexto ya de por sí complicado por el aumento de los precios tras la invasión de Ucrania.

 

A lo largo del último año, hemos visto imágenes de supermercados del país con estantes vacíos debido al aumento de costes y unas circunstancias climatológicas que complicaban el cultivo. Un escenario que ha obligado a recurrir a las importaciones. Así, un estudio de London School of Economics (LSE) revela que los británicos han gastado alrededor de 8.000 millones de euros en importaciones de alimentos desde el Brexit.

La clave de este incremento se encuentra en las medidas impuestas por Downing Street en las fronteras. En concreto, los procedimientos de verificación y control que tienen que pasar todos los productos importados, sobre todo de ganado.

Según este análisis, recogido por Forbes, los impedimentos en las transacciones tras la salida de Reino Unido han supuesto una subida aproximada de 300 euros por hogar. De esta forma, los productos de alimentación han incrementado su coste un 25% desde 2019, un porcentaje que habría sido del 17% si no se hubiesen aplicado las restricciones comerciales.

Los alimentos, los más afectados

Pese a estos datos, el primer ministro de este país, Rishi Sunak, sigue defendiendo que el Brexit no ha sido un fracaso, según recoge Forbes. En esta línea, achaca las críticas a la oposición. Desde la Unión Europea, el organismo encargado de esta operación ha señalado que el gasto extra ha sido de 40.000 millones para los británicos en cuanto a comercio e inversión.

Una situación que ha llevado a la tasa de inflación más alta de todos los países industrializados, según la Oficina de Estadísticas Nacionales. De hecho, pese a que la subida de precios disminuyó cerca de 1,5 puntos porcentuales en abril, situándose en un 8,7%, en el sector de la alimentación se encuentra en un 19%.

Una restricción de los precios voluntaria

El problema parece que no va a mejorar a corto plazo, lo que está llevando a Sunak a plantearse medidas drásticas para paliar este incremento. Entre ellas, está la limitación de precios en los alimentos básicos a los minoristas, quienes ya se han posicionado en contra.

Posteriormente, el portavoz del gobierno puntualizó que esta restricción en los precios sería “voluntaria”. Pero la situación sigue empeorando para Sunak, que en enero -cuando la inflación estaba en el 10%- prometió reducirla a la mitad.

“Muchos de los costos que mantienen alta la inflación ahora surgen de la confusión de nuevas regulaciones provenientes del gobierno”, indicó en un comunicado Andrew Opie, director de alimentos y sustentabilidad del British Retail Consortium. Estas reglas se refieren, concretamente, a las de reciclaje y a los controles en las importaciones.

Fuente: Revista El Economista

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